Fueron muchos los médicos que perdieron las esperanzas de su mejoría, así como también los familiares que decidieron despedirlos para siempre.
Miriam estuvo en terapia intensiva, 14 días intubada. El Covid llegó a afectarla hasta tal punto. Cuenta que en aquellos días en los que se encontraba prácticamente inconsciente, percibió a un tío de ella que había fallecido años atrás. Sintió que realmente estaba ahí, acompañándola. Barbara, otra paciente que ha pasado por un muy grave estado, recuerda que el personal de salud la consideró un milagro completo.
Raul, por su parte, no olvida una frase central de sus médicos: “Te sacamos de las patas a la vida”. En el sector de terapia intensiva donde se encontraba fallecieron 5 personas la misma noche, él fue el único que sobrevivió. Antes de despertar se vio a sí mismo, a su propio cuerpo acostado en la camilla, como si se percibiera desde otro plano. Cuando despertó y comenzó a recuperarse le costó reconocer su figura, porque de ser una persona musculosa y de gran masa corporal pasó a tener un muy bajo peso. Hoy le cuesta caminar.
A Claudio lo dieron por muerto. Su situación era muy crítica, estuvo 6 días en estado de inconsciencia, y por equivocación se difundió su nombre como una de las víctimas fatales del virus. Su familia no comprendía en absoluto lo que sucedía hasta que finalmente fue aclarado el terrible error.
Edgar estuvo 2 meses y medio en internación. Día a día los médicos le avisaban a su mujer que probablemente moriría en pocas horas. Edgar llegó a percibirse a sí mismo en una especie de “paraíso”, lleno de naturaleza. Un espacio en el que quería quedarse, pero finalmente pudo despertar, sobrevivir. Tanto su esposa como él se encuentran muy agradecidos al personal de salud del Hospital Piñero, así como también con el voluntariado “Estar Covid” (enfocado en el acompañamiento de pacientes y familiares en tiempos de pandemia).
Adrián fue apodado de una forma especial por sus médicos y allegados: “el milagro andante”. Estuvo días en terapia intensiva, con oxígeno, boca abajo. Su emoción y fe han sido casi infinitas.
Rosa es otra paciente que padeció lo peor de la enfermedad. En los 14 días que estuvo inconsciente en el hospital sintió el cuidado y presencia de su madre, quien había fallecido. En el momento en que despertó, lo que escuchaba era que, constantemente, los médicos anunciaban la hora de muerte de pacientes, todos en muy grave estado.
Mónica- personal de salud- estuvo internada 10 días en terapia, boca abajo. Dice haber visto a una compañera de enfermería que había fallecido años atrás, que le decía que la acompañaría.
Nancy también sintió el contacto con la muerte. Se internó junto con su marido, por Covid, y solamente ella sobrevivió. Los médicos esperaban desconectarla del respirador, la esperanza se desvanecía. En el interín, dormida, sintió estar sentada en un tren, esperando partir. Según cuenta, le preguntaba a un determinado chofer cuándo encendería los motores, pero no había respuesta. Fue justo después que despertó. El tren no partió, siente que de alguna forma “volvió” a la vida.
“Bienvenida a la vida, sos una reliquia”. Eso fue lo que escuchó Aurora al despertar. Antes de eso cuenta haber sentido la presencia de sus padres- quienes fallecieron hace años- junto a un campo de una belleza incalculable. Le decían que este no era su momento y que no cruce aquel campo que veía. Cuenta que de alguna forma decidió hacerles caso, y que fue una de las únicas 3 personas que sobrevivió en el sector de terapia, donde murieron 40 personas.
Por alguna razón- que muchas veces se encuentra hasta por encima de la lógica científica- estas personas sobrevivieron. Es como si hubieran escapado de la muerte, lucharon por sus vidas. Ninguno entenderá a ciencia cierta si lo que percibió en estado de inconsciencia ha sido real o ficticio. Pero, definitivamente, es como si hubieran renacido. Volver a la vida.
Agradecimientos especiales para:
-Municipalidad de San Isidro
-Centro municipal Puerto Libre
Texto: Michelle Mendeluk
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