Son horas de dolor y desconsuelo para la familia de Leandro Alcaraz, el chofer que manejaba el interno 103 de la línea 620 y fue asesinado a tiros en La Matanza. Jésica, su esposa, habló con Telefe Noticias y contó el duro momento que atraviesa y el temor que tiene de que los autores del crimen queden en libertad.
El domingo a Leandro no le correspondía trabajar, pero había cambiado los días para tener franco otro día y organizar el cumpleaños de su hija. Pero su vida y sus sueños quedaron truncos, después de que lo asesinaron a sangre fría.
Jésica se enteró que lo habían matado a Leandro por una amiga, esposa de otro chofer, que la llamó para preguntarle si sabía algo. "Ella me preguntó que sabía de él. No sabía nada, nadie me había dicho nada, estaba sola con mi hija", contó.
Ahora, todo es dolor. Lo único que la sostiene es su familia y Zoe. “Mi hija tiene un carácter especial, ella dentro de todo está bien, pero Leandro era un papá muy presente, se ocupaba mucho. Todo lo que hace le recuerda a papá. Me decía que no lo extrañe y que me lo va a mostrar para que no esté triste, pero no es lo mismo”.
En ese marco aseguró: “Lo que me mantiene en pie es el odio, el enojo, las ganas de que paguen”. Jésica pidió que los asesinos de Leandro “tengan lo que se merecen por lo que hicieron”. “Siempre pensamos que a nosotros no nos iba a pasar, nunca me imaginé que iba a ser más que un robo”, lamentó. “Zoe ahora es lo único que nos queda de él”.
Jésica contó que el domingo Leandro tenía sueño, pero fue a trabajar porque había cambiado sus días para estar presente en el cumpleaños de su hija Zoe. "Tres veces a la semana hacía doble turno, porque además del cumpleaños de nuestra hija, estábamos haciendo nuestra casa".
“Nosotros nos compramos nuestro terreno y nos estábamos haciendo nuestra casa. Estábamos muy orgullosos de poder hacer las cosas dos solos. Siempre acompañados de la familia, pero sin pedir nada", agregó.
Jésica y Leandro se conocieron en el colegio. "Nosotros íbamos a una escuela, con patios abiertos. Yo siempre hice atletismo y handball él iba a básquet y nos conocimos ahí", contó. “Estábamos juntos desde hace 11 años, de chiquitos”, dijo conmovida.
Entre lágrimas, la mujer dijo que está acompañada por su familia y contó que hace unos meses mataron a su primo para robarle la moto. “No confío en nadie, mucho menos en la Justicia". "Ahora tengo miedo por la vida de cualquiera. Gente que entra y sale y mata como si nada. Tengo miedo de que el menor salga", sostuvo. Y en línea con ello, que quiere que lo que le pasó a su hija, no le pase a nadie.
"Mi hija me dice que me quede tranquila, que papá se fue al cielo con el colectivo"
Sobre el momento en que se enteró que lo habían asesinado a Leadro, contó que se enteró por una amiga, que es la esposa de otro colectivero. "Ella me preguntó que sabía de él.
No sabía nada, nadie me había dicho nada, estaba sola con mi hija".
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