Portada  |  19 marzo 2018

Más de 15 mil escuelas producen hortalizas frescas con una mirada sustentable

Con 27 años en el país, el programa Prohuerta asiste a más de 15.000 espacios productivos en escuelas de nivel primario y secundario, además de apoyar 588.000 huertas familiares casi 3.000 huertas comunitarias. Esto permite la llegada de alimentos frescos a más de 4 millones de habitantes.

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ProHuerta es una política pública del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria del Ministerio de Agroindustria y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que busca mejorar la calidad de vida de familias en situación de vulnerabilidad. Para ello, promueve la autoproducción de alimentos frescos, impulsa el desarrollo local y favorece la satisfacción de derechos básicos de poblaciones urbanas, periurbanas y rurales. Con sus acciones beneficia a más de 4 millones de personas.

Creado el 3 de agosto de 1990 mediante la Resolución Nº 239/90, el ProHuerta, presente en 417 departamentos de todo el territorio nacional, provee de semillas e insumos, cartillas y asistencia técnica a escuelas, instituciones y centros comunitarios. Trabaja junto con docentes, niños y jóvenes en la tarea de producir alimentos sanos y frescos –hortalizas, aromáticas, frutales y, en algunos casos, animales de granja– con una mirada sustentable y permite, de este modo, la llegada de alimentos frescos a más de un millón de menores.  

A escala nacional, el programa trabaja con 605.963 huertas agroecológicas, entre familiares, escolares y comunitarias.

En las más de 15.000 huertas de escuelas primarias y secundarias públicas y privadas de todo el país acompañadas por el programa los niños aprenden jugando e incorporan habilidades para producir sus alimentos desde temprana edad, se forman en conductas responsables y estimulan la capacidad para dominar su soberanía y seguridad alimentaria, señalan Diego Ramilo, a cargo de la coordinación nacional de Transferencia y Extensión del INTA, y Ana Volpato, subsecretaria de Políticas Alimentarias del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. 

Pero la tarea del ProHuerta se extiende también a institutos de formación docente: en los terciarios se forma en huertas para que los futuros docentes funcionen como agentes multiplicadores de esta actividad.

Respecto de su labor en establecimientos educativos, en el área metropolitana de Buenos Aires, el programa trabaja junto a 879 huertas escolares. En la capital cordobesa, la cifra es de 201 huertas escolares. En Rosario (Santa Fe), el número asciende a 190 huertas escolares. La capital de Mendoza cuenta con 230 huertas que trabajan con el programa.

Ciudad verde

Las experiencias se dan en todo el país, incluidos los centros urbanos. "Desde hace 10 años el programa apoya la iniciativa Escuelas Verdes, impulsada por el Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires", apunta Tanzariello.

El programa educativo porteño brinda asistencia en salud ambiental a centros educativos iniciales, primarios y secundarios y posee huertas demostrativas. Pero no sólo incluye experiencias de huertas escolares o techos verdes, sino que además promueve iniciativas vinculadas a la educación ambiental en general. Para el Gobierno porteño, las escuelas verdes o sustentables son aquellas que buscan la eficiencia en el consumo de energía, agua y materiales. 

En noviembre del año pasado 200 escuelas de la Ciudad -101 públicas y 99 privadas- fueron reconocidas por su compromiso ambiental, acto en el que la titular de la Unidad de Proyectos Especiales Educación para la Sustentabilidad, Damasia Ezcurra, hizo entrega de los premios a los seis proyectos ganadores del Concurso Germina, cuyo objetivo es impulsar ideas que puedan convertirse en emprendimientos sustentables e innovadores que fomenten el aprendizaje en servicio.

Los especialistas destacan que las huertas escolares constituyen un puente para trasladar la inquietud productiva a los hogares. En este sentido “las familias se asombran de la posibilidad de generar alimentos en sus casas, entonces se acercan a las escuelas, consultan y nosotros generamos el vínculo con ProHuerta”, indica Alegra Márquez Medina, del equipo de Escuelas Verdes.

En cuanto a los logros, “los primeros están relacionados con el disfrute del trabajo, el crecimiento de la planta y la cosecha de los frutos”, apunta Márquez Medina, y agrega: “Enseguida podemos observar cómo chicos que nunca habían probado las verduras, cambian sus hábitos de alimentación y empiezan a incorporarlas a la dieta”.

Foto: Gentileza Programa Escuelas Verdes

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