Silvana tiene 46 años, es directora de la escuela secundaria pública Nro 2 Rumania, de Villa Real, en Buenos Aires, y todavía se siente sorprendida por el reciente reconocimiento internacional: la Fundación Varkey, una entidad que busca mejorar los estándares educativos en todo el mundo, le comunicó que fue seleccionada entre 20 mil docentes de 179 países y está nominada al Global Teacher Prize, un galardón conocido como el Premio Nobel de la Educación.
Ya en su tercera edición, el premio otorga un millón de dólares y se destaca como la distinción más importante en su tipo. Busca subrayar la importancia de la función de los maestros en la sociedad y dar a conocer miles de historias de héroes que transforman la vida de los jóvenes, la ejemplar tarea de educadores de todo el mundo.
Silvana dirige una escuela que tiene una matrícula de 530 adolescentes de contextos vulnerables, en su mayoría del barrio Ejército de los Andes, conocido como Fuerte Apache, e incluye a alumnos con diversas discapacidades como espina bífida, esquizofrenia o parálisis cerebral.
"Incluir a todos no fue fácil -recuerda Silvana en diálogo con Telefe Noticias- El discurso imperante es que los profesores no se formaron para todos y algunos creen que estos chicos deberían ir a escuelas especiales". Sin embargo, desde que asumió como directora, ella se planteó refundar la escuela. De a poco consiguió que los profesores fueran adecuando las currículas, contemplando el ritmo de cada chico.
Silvana fue inicialmente postulada al Global Teacher Prize por una colega. "Me dijo que me había nominado como mejor maestra para un premio internacional y que me iba a llegar un mail". A Silvana le pareció que la distinción era demasiado importante y se lo comentó a su marido. Entonces él se interiorizó del premio. Cuando recibió el mail, ella se encontró con otra sorpresa: su marido también la había nominado. "Completé el formulario y no pensé que me fueran a seleccionar, pero mi marido sí", cuenta ahora.
La maestra argentina hoy seleccionada tiene una historia de superación. Cuando era una niña, sus maestros no confiaban en ella. La habían catalogado como una alumna con problemas de aprendizaje. "Yo no entendía nada de lo que leía. Me la pasaba llorando. Todos iban siempre dos escalones más adelante. Padecí la primaria. A mis papás le plantearon que no valía la pena que siguiera estudiando. Ellos, igual, me anotaron en la secundaria. Mi papá le decía a mi mamá que sabía que me iba a ir mal pero que no tenían nada que perder", recuerda Silvana.
Contra todas las previsiones, cuando entró a la secundaria se encontró con profesores que le enseñaron a estudiar y que estimularon su vocación docente. Pensó en educarse y educar. Empezó a enseñar cuando apenas tenía 22 años.
Pero el punto de inflexión en su vida y su carrera fue el aprendizaje con su hija Catalina, que falleció a los 9 años. Cata se asfixió con el cordón cuando nació y a pesar de que sobrevivió quedó con secuelas importantes. Tenía una parálisis cerebral severa.
"Cata para mí fue todo. Me enseñó que había otras formas de aprender, de registrar a los demás, de relacionarse", confía. Los chicos se vinculaban con ella sin prejuicios y por eso Silvana pensó que podía llevarla a un jardín. Para ella, la escolaridad "fue lo mejor" que le pasó a su hija.
"En cualquier contexto de vulnerabilidad la escuela es la que te reconoce como persona", insiste hoy convencida de que es el ámbito que "te aleja de los tratamientos, de los problemas de las casas y hasta de las adicciones" y "te devuelve a la sociedad" . "Es maravilloso lo que puede una escuela", reflexiona.
Telefe Noticias:- ¿Así nació la idea de crear una escuela inclusiva?
Silvana Corso:- Sí, porque lo que descubrí en ella es que cualquiera puede aprender. Y me di cuenta de que si queríamos abrirle la puerta a todos nos faltaban los Catalinas y las Catalinas. Tuvimos que trabajar en equipo y fue todo un recorrido. Cuando ingresó el primer alumno con parálisis cerebral, se revolucionó la escuela.Y hoy tenemos chicos con diversas discapacidades, chicos judicializados. Pienso que si la diversidad es inherente al ser humano, ¿por qué habría que enseñarle a todos de la misma manera? Puede resultar utópico pero al recorrer la escuela te das cuenta que los chicos conviven en la diversidad de manera totalmente natural. Estos alumnos respetan la individualidad y cuando salen a la calle van a ser proactivos, no van a ser indiferentes a las necesidades de los demás.
Telefe Noticias:- ¿Qué harías si te seleccionaran por este proyecto y ganaras el millón de dólares?
SC:- El proyecto representa a todos. Estamos por la misma causa y a pesar de los logros tenemos muchas necesidades. Problemas estructurales importantes. Hace cinco años hicieron el agujero para un ascensor pero nunca lo pusieron. Las paredes y los pisos están en mal estado. Lo invertiría en la escuela y en una Fundación para ayudar a familias de chicos como Cata a acceder a la escuela y a los tratamientos. Pero, además, con sinceridad, me gustaría ser seleccionada para tener la posibilidad de dar a conocer el proyecto, de rendir un homenaje a mis profes, a mis alumnos y lograr que sea reconocido el trabajo que hacemos en la Argentina para crear una escuela para todos.
El ganador de este premio internacional al que Silvana fue nominada se conocerá en marzo próximo en Dubai, cuando se celebre una nueva edición del Congreso Mundial de Educación y Habilidades.
Por María Julia Mastromarino | Twitter: @mjmastromarino
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