Tras el desborde de gente en la puerta de los bancos, el presidente del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, reconoció que no se previó que la situación se podría desbordar ante la apertura de las entidades bancarias para el pago de jubilaciones y asignaciones de la ANSeS, y admitió que Alberto Fernández “está enojado”.
“Fue una situación muy difícil y no se puede estar bien cuando se dan estas situaciones”, aseguró Pesce al ser entrevistado por Radio La Red, y reveló que los empleados bancarios y las fuerzas de seguridad intentaron mantener distancia entre las personas, pero no lo lograron. “Bueno… se ha dado esta situación que nosotros no esperábamos abriendo las sucursales bancarias”, reconoció.
“Venimos insistiendo que hay 35.000 bocas de las cuales se puede retirar dinero sin ser una sucursal bancaria. Pero no hemos tenido éxito y la gente decidió ir a retirar el dinero de la sucursal bancaria”, afirmó Pesce, y aseguró que el 70% de las personas que fueron a cobrar hoy a los bancos tienen una tarjeta de débito.
Tras reconocer que “la situación fue desbordante”, Pesce reveló que el presidente Fernández lo llamó por teléfono “muy temprano a la mañana” y le expresó que estaba “muy preocupado por la situación”. Y agregó: “Me dijo que busquemos soluciones a esto”.
Al ser consultado si el mandatario lo llamó enojado por teléfono, Pesce respondió: “Pero y qué le parece, cómo puede estar. Y sí”.
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