Ricardo Barreda se muestra desorientado ante las cámaras de televisión. Mira a un lado de la calle y luego al otro. Después repite, en varias oportunidades, la palabra “cuidado”, como si se tratara de una advertencia.
A los 82 años, tras recuperar la libertad condicional, el cuádruple femicida vive en un hotel de San Martín, en la provincia de Buenos Aires y todos los días camina una cuadra y media para almorzar en un restaurante de la zona donde venden comida casera.
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Ante la pregunta de una cronista de Telefe Noticias que le consulta qué hará con la casa de La Plata, en la que mató a toda su familia y de la cual le pertenece un 50 por ciento, el odontólogo omite la respuesta y sólo contesta: “Cuidado porque te voy a empujar”.
Luego, ante la siguiente pregunta sobre si donará la casa a mujeres víctimas de violencia de género, nuevamente insiste: “Cuidado”.
Después avanza algunos metros y evalúa sus pasos, sin responder las preguntas. Entonces le pide un chico que se encuentra a un lado de la vereda que lo ayude a cruzar la calle.
Telefe Noticias accedió por primera vez a la casa donde cometió el cuádruple crimen, que se mantiene abandonada en el tiempo. Mirá el Informe Especial de Escenarios.
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