Portada  |  01 agosto 2017

La denuncia del horror: “Nos hacía masturbar en grupo y después nos filmaba”

Una víctima del abogado Gustavo Rivas reveló los abusos que sufrió.

Actualidad

Martín Daneri, una de las víctimas que denunció al abogado de Gualeguaychú, Gustavo Rivas, por abuso, contó en declaraciones televisivas detalles del horror que vivió cuando era sólo adolescente.

“Nos pasaba películas pornográficas en 8 milímetros, hacía que nos excitáramos, nos hacía masturbar en grupo y nos filmaba tanto la cara como el cuerpo entero y hasta el momento de eyacular”, contó Daneri, que ahora tiene 55 años. Y siguió: “Él se desnudaba completamente, se tiraba en la cama y nos medía el miembro erecto de cada uno”.

Días atrás la Revista Análisis destapó la investigación que culminó con allanamientos y una denuncia contra Rivas.

Daneri definió a Rivas como “un perverso y enfermo”. “Es un enfermo pero también es imputable porque sabía lo que hacía, podía dirigir sus acciones y comprendía la criminalidad del acto. Por eso su modus operandi era ese: atacaba generalmente a una edad en la que uno no es iniciado sexualmente y para un chico todo es novedad. Es una persona muy inteligente con lo cual no deja de ser un tipo enfermo”, afirmó.

Entre Ríos: investigan a un reconocido abogado por más de 2.000 casos de abusos a menores

En línea con ello pidió que otras víctimas se animen a denunciar: “Espero que esto sirva para que la gente pierda el miedo, que den la cara, que se animen y que si fueron víctimas se animen a denunciar”.

En diálogo con el programa televisivo "Fuera de Juego" Daneri contó que “la relación comenzó en 1977". Rivas tenía en aquel momento 32 años. “Yo tenía 15 años (…) Él se acercaba como lo hacía con muchos grupos de chicos y primero nos invitaba al auto a escuchar música y la primera vez un fin de semana nos llevó a un grupo de siete u ocho chicos a una especie de bulín donde tenía todo acondicionado, con luces de colores y un espejo al costado de una cama grande”, recordó.

Luego, sostuvo: “Nunca lo hablé con mi padre, se hubiese puesto muy mal. Realmente él no sabía y lamento hoy no haberlo hablado con mi hermano mayor que era médico, que tenía la misma edad de Rivas y que lógicamente debió haber sabido. Uno siente una cierta vergüenza y un silencio. Sí lo hablé con los amigos con los que compartí esas experiencias”.

Fuente: Revista Análisis.

Comentarios