Portada  |  02 agosto 2016

El análisis de la voz, al servicio de la confianza pública

Gobiernos y corporaciones del mundo utilizan detectores de mentiras basados en el reconocimiento y análisis de la voz para investigar y prevenir delitos. Si bien este método genera discusión acerca del derecho a la privacidad, cada vez son más las instituciones que lo emplean gracias a su eficacia.

Política

Dado que la base de una sociedad es la confianza y, por ende, el engaño es considerado un comportamiento inapropiado que muchas veces conforma un delito penado por la ley, detectarlo sirve no sólo para investigar, sino también para prevenir y hasta disuadir.

En 1938 Leonarde Keeler, del Departamento de Policía de Berkeley (California, Estados Unidos), creó el primer polígrafo de tres canales que imprimía en papel las reacciones corporales de las emociones del evaluado, un sistema complejo que requería prepararlo, realizar una calibración e interrogarlo con asistencia de un especialista.
El polígrafo alcanza hoy en día una exactitud del 90%, con lo cual es muy difícil pasar una evaluación mintiendo frente a un evaluador experimentado. Instituciones como el FBI aún lo utilizan para incorporar agentes y evaluarlos periódicamente.

Sin embargo, la tecnología se perfeccionó aún más y hoy conviven otros métodos superadores que las autoridades prefieren y adoptan por su efectividad, su fácil implementación y su bajo costo, como es el "Análisis de voz por capas" (Layered Voice Analysis -por su sigla en inglés), de la empresa israelita Nemesysco, especializada en tecnologías de análisis de la voz, que establece un tipo de análisis de estrés de la voz y determina la mentira y el estado emocional del evaluado en forma no intrusiva tras una preparación que demanda apenas segundos.
Se trata de un software creado por las Fuerzas Militares de Israel para hacer frente al incremento de las acciones terroristas. El sistema toma todo el espectro de la voz, lo analiza, le aplica unos algoritmos, la cuantifica, la cualifica y define la intencionalidad de la persona a partir de una evaluación en tiempo real o a través de una grabación.

Algunos de los países que utilizan LVA son Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Israel y Brasil en tareas de inteligencia para la prevención de delitos y actos terroristas, el otorgamiento de visas, el control en aeropuertos y pasos fronterizos, la detección de contrabando de estupefacientes, la investigación criminal y la evaluación ética de agentes de seguridad.

La Policía Civil de Río Grande do Sul (Brasil) usó con éxito este dispositivo en su División de Contrainteligencia del Gabinete de Inteligencia y Asuntos Estratégicos. "Las entrevistas tienen el propósito de robustecer las pruebas de las encuestas policiales", señala un documento de esa institución citada en 2014 por el diario colombiano El Espectador.

Y no sólo la usan los gobiernos, sino también las corporaciones dedicadas al otorgamiento de créditos, reclamos de seguros, líneas de ayuda a la seguridad social y evaluación de personal. Por ejemplo, mediante la tecnología LVA las empresas de seguros pueden evitar el fraude en los reclamos de los damnificados. "En el caso de un call center que atiende reclamos telefónicos, LVA mide el estado de ánimo y el grado de cólera del cliente que llama y evalúa la conversación en forma continua sugiriendo acciones a efectos de mejorar la calidad en la atención y satisfacer en forma más efectiva el reclamo", propone el ingeniero Jaime Diamand, asesor en temas de Seguridad y Telecomunicaciones y representante de Nemesysco en Argentina.

"El tema 'ética' es un área de importancia a la luz de los continuos hechos de corrupción que a diario se dilucidan en la Justicia. Si bien detectar el fraude mediante el análisis de la voz genera discusión acerca del derecho a la privacidad, empresas y corporaciones podrían aplicarlo para a futuro no verse involucradas en hechos de corrupción por parte de su personal", asevera el Ing. Diamand.

La Superintendencia de Administración Tributaria de Guatemala empleó esa herramienta para la evaluación de candidatos que aspiraron a cargos directivos. También lo hizo la Facultad de Ingeniería Industrial y Mecánica de la Universidad de Toronto (Canadá).

"Evaluar periódicamente al personal de seguridad y choferes del transporte, por ejemplo, permitiría conocer su comportamiento frente al alcohol, las drogas, el hurto y cualquier otra materia que se acuerde previamente con los gremios correspondientes, lo cual haría mucho más confiable su actividad", asegura Diamand.

La tecnología LVA no sólo alerta si una persona engaña, sino que también establece cómo cambia su estado emocional ante una nueva pregunta o durante una conversación. "Poder saber esto es importante para una fuerza de seguridad ya que permite anticipar qué va a hacer, por ejemplo, un secuestrador con su víctima o detectar planes de fuga de un penal", explica el ingeniero.

Las aplicaciones de LVA son múltiples y pueden llevarse a diferentes ámbitos. "Por ejemplo, la Justicia podría verificar la veracidad de las denuncias, ya que muchas de las denuncias que se formulan son falsas e implican malgastar recursos", agrega Diamand, quien además se desempeñó en el foro penal económico de la Justicia Nacional.

El análisis de estrés de la voz permite resolver investigaciones, cuestiones de ética, sirve como elemento disuasorio y previene el delito. Todo ello ayuda a reducir los hechos de corrupción, pues se responde al delito con gente confiable tanto para la sociedad como para las propias fuerzas de seguridad.

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