Portada  |  13 septiembre 2017

La terrible confesión que resolvió la desaparición de dos nenas hace 42 años

Lloyd Lee Welch, de 60 años preso por violación, se declaró culpable de dos acusaciones de asesinato de primer grado al admitir que participó en el secuestro de las hermanas.

Internacionales

Cuando las hermanas Katherine y Sheila Lyon desaparecieron tenían entre 10 y 12 años. Era marzo de 1975 y lo último que le dijeron a su mamá cuando salieron de su casa de Kensington, Estados Unidos, fue que volverían a las 4 de la tarde. Nunca volvieron y su desaparición fue un misterio que tendrá un cierre recién ahora, 42 años después.

Lloyd Lee Welch, un hombre de 60 años preso por violación, se declaró culpable de dos acusaciones de asesinato de primer grado al admitir que participó en el secuestro de las hermanas. Cuando todo ocurrió Welch tenía 18 años y aunque no reconoció el asesinato, se le atribuyen las muertes bajo el supuesto de asesinato “en la comisión de una abducción con intención de profanar”. La Justicia intenta determinar si participó alguien más del secuestro.

El hombre fue condenado a 48 años de prisión como parte de un acuerdo con la Fiscalía. Sin embargo, Welch ya cumple una condena en prisión por una agresión sexual a una niña de 10 años. Según la versión de Fiscalía, las hermanas Lyon fueron raptadas del centro comercial y asesinadas. Welch se llevó los restos de una o las dos niñas para quemarlos en una finca familiar en una zona rural de Virginia, a 340 kilómetros al sur de Kensington.

Las pesquisas del caso dieron un giro hace cinco años, cuando los investigadores de la policía de Maryland empezar a buscar desde cero.

Tardaron poco en encontrar una pista clave. Descubrieron una ficha policial, escrita una semana después de la desaparición de las niñas, en la que se explicaba que Welch, de 18 años, se había acercado a hablar con un guarda de seguridad del centro comercial. Le contó que estuvo en el complejo el día del suceso y que vio a un hombre, al que se había citado como sospechoso en la prensa, que habló, con una grabadora en la mano, con las hermanas. El guarda decidió llamar a la policía, que interrogó a Welch pero le consideró un testigo poco fiable. Su nombre desapareció por completo de las pesquisas.

Cuatro décadas después, tras seguir nuevas pistas los investigadores interrogaron a su sospechoso que dijo que estuvo en el centro comercial de Maryland el día de la desaparición y que creía que las niñas habían sido “raptadas, violadas y quemadas”, consigna el diario El País.

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