La generación de jugadores del seleccionado de Nigeria creció un bajo un clima hostil. Sin embargo, pudo sobreponerse a los conflictos y seguir en pie en la carrera mundialista.
Era el año 2002 cuando en Nigeria, la séptima nación más poblada del mundo, se desató un conflicto islamita que derivó en la formación del grupo terrorista Boko Haram.
Pero la pelota siguió rodando entre disputas religiosas y violencia extrema. Nigeria jugó en el 94, en el 2002, 2010, 2014 y ahora se encamina a dar pelea en Rusia.
Los nigerianos llegaron invictos a las Eliminatorias de Rusia 2018. El equipo africano, bajo la conducción del técnico alemán Gernot Rohr, ganó el último amistoso contra la selección argentina por 4 a 2, de la mano de jugadores como Victor Moses, Obi Mike, Musa e Ighalo.
La historia de Moses es la de un sobreviviente. Tenía solo 11 años cuando asesinaron a sus padres en Kaduna y debió pedir asilo político en Londres, donde creció gracias a una familia que lo ayudó. Con el tiempo dio el salto y se convirtió en una de las figuras de Chelsea.
En términos de fútbol y pelota, Argentina y Nigeria se enfrentaron cuatro veces en los mundiales y todos terminaron con la victoria del equipo albiceleste.
Jugaron en el 94 en Estados Unidos, donde la Argentina se impuso por 2 a 1. Años después se reencontraron en el 2002, en Corea y Japón, con un triunfo por 1-0, por la primera jornada del Grupo F.
En Estados Unidos 1994, Nigeria sorprendió, pero Argentina lo dio vuelta con un Maradona imparable y un Caniggia letal.
En Corea y Japón 2002, todos gritaron el gol de cabeza de Batistuta. El debut fue con un triunfo y el regreso en primera rueda.
En Sudáfrica 2010, otra victoria, con un 1 a 0 y otro cabezazo goleador, del Gringo Heinze.
En Brasil 2014, con una clasificación en el bolsillo gracias al triunfo de 3 a 2 con dos goles de Messi.
Nigeria, siempre Nigeria, como una sombra que amenaza la racha…
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