El Hospital Posadas, el centro de salud más grande de Argentina, tiene un estricto protocolo para la atención de posibles casos de coronavirus.
El primer lugar al que se presentan los pacientes con síntomas del COVID-19 es la Guardia Respiratoria.
Allí son recibidos por Ana, quién realiza una serie de preguntas para detectar si se trata de un posible caso positivo.
"Llegan casos, muchos casos. Ahora, últimamente, más casos todavía. Empezó el frío y vienen más casos", explicó.
Sobre su exposición al virus, sostuvo: "Un poco de miedo tenés, tenés tus miedos, pero si sabemos respetar no hay miedos".
Una vez detectado un posible caso, el paciente es aislado para ser revisado por el equipo de médicos del Hospital Posadas.
Al momento de entrar en contacto con la persona, los médicos utilizan guantes, un camisolin hemorrepelente, barbijo (N95), gafas de protección, cofia y por encima una máscara facial para generar mayor protección. Todo el material se descarta luego de analizar al paciente, menos las máscaras plásticas y las gafas.
El personal sanitario realiza el trabajo de preparación de a dos personas para comprobar que ninguno de los profesionales esté cometiendo errores y para asistirse en caso de necesitar algún elemento que se encuentre fuera del consultorio.
El Dr. Alberto Maceira, Director del Hospital Posadas, indicó que actualmente trabajan un total de 100 residentes en el establecimiento sanitario.
Los médicos se dividen en grupos para evitar contagios masivos dentro del hospital y así poder asistir a mayor cantidad de pacientes.
"No cruzar grupos donde un médico se enferme y nos lleve a perder otro gran grupo de médicos y residentes, sumado a la descentralización... eso nos ha ayudo a que por el momento estemos bien", aseguró Maceira.
"Ahora estamos muy bien en la preparación, en los equipos de protección. Por ahora no hemos tenido gran cantidad de pacientes tampoco, entonces, creo que ese tiempo nos ha ayudado a todos para lograr confianza", concluyó.
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