Portada  |  18 enero 2017

“La mirada helicóptero”, la otra cara de las inundaciones

Telefe Noticias sobrevoló las zonas que se encuentran en emergencia. "Desde abajo el drama se sufre. Desde arriba el drama se dimensiona". Una crónica en primera persona sobre el desastre que dejó el agua en los lugares afectados.

Actualidad

"Las inundaciones en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe siguen afectando a miles de personas. Vamos a sobrevolar en este helicóptero las zonas que se encuentran en emergencia. Los destinos La Emilia, Villa Constitución y Arroyo Seco". Así comenzamos la cobertura de las inundaciones.

Arrancamos con un copete en Aeroparque, pero no del lugar donde se toman los aviones de línea, sino desde el sector militar. Allí nos esperaban dos helicópteros más grandes de lo habitual, con capacidad para trece personas. Cuando nos subimos, las hélices comenzaron andar y el ruido ya hizo imposible cualquier comunicación, salvo que sea por señas. Nos esperaba un sobrevuelo por las zonas anegadas. Pero no solo eso.

Ya en 2005, mi profesor y amigo de la cátedra "Comunicación", Aníbal Ford pensaba en el conocimiento desde arriba. Lo llamó “La mirada helicóptero”. Pasamos tardes pensando en esta manera de abordar la realidad y soñamos en hacer una expedición que no pudimos concretar.

El agua se fue, la destrucción queda

Hoy, cuando me subí al helicóptero para trabajar, pensé en esas charlas y reflexiones, y comencé a escribir en el viaje de una hora y diez que nos separaba de San Nicolás de los Arroyos.

Mirar desde arriba no es lo mismo que desde abajo. Se ven otras cosas y ese conocimiento es lo que buscaba profundizar Aníbal. Se ven las cuadrículas urbanas y rurales y la dimensión de los espacios. Como maquetas, los árboles parecen plantas y las piletas, espejos. Los caminos y los surcos de las cosechas. Los ríos simulan ser cuadros impresionistas. Los canales y las lagunas artificiales forman laberintos. La flora y la fauna a veces son diminutas, y otras imperceptibles. En el caso de las vacas, son como puntos inmóviles en el suelo. Y los pájaros, puntos que avanzan. Los cercos se trazan como líneas hechas con regla. Y las camionetas avanzan como juguetes.

Mirar desde arriba no es lo mismo que desde abajo. Se ven otras cosas y ese conocimiento es lo que buscaba profundizar Aníbal.

Siempre fuimos en línea recta sobre el río de La Plata y después sobre el Paraná, cruzamos el Delta y en paralelo teníamos la autopista panamericana que se volvió la Ruta 9.

Se veían los countries construidos y los que aún están en proyecto. Las trazas de mucho terrenos vacíos pero con pretensiones de ser. El ojo mira: cuadrículas, manzanas, techos. Casas más grandes o más chicas. Edificios cuando nos acercamos a la ciudad. Plazas y rutas. Canchas de fútbol, de tenis o de básquet. Piletas y fábricas. Los paisajes van cambiando como cuando pasás las hojas de un libro. Eso sí, más rápido que cuando vas por tierra.

Después de esta mirada más general y macro, llegamos en camioneta hasta la mirada micro, la mirada en detalle. Adentro de una casa, con el agua hasta las rodillas, un hombre de 54 años lloraba. Había perdido todo y más. Cómo recuperarse de semejante paliza que le dieron las intensas lluvias, la falta de obras, o quién sabe quién. Desde abajo el drama se sufre. Desde arriba el drama se dimensiona.

Desde abajo el drama se sufre. Desde arriba el drama se dimensiona.

El periodismo te permite conocer las realidades desde distintas aristas, desde distintos costados. Lo importante es conocer, saber, contar y comunicar los desastres que vive nuestra gente.

Con Aníbal Ford nos quedó pendiente este sobrevuelo para reflexionar, desde el aire, el conocimiento que se tiene con este medio. Hoy, Aníbal, juntos lo hicimos desde el aire, desde el cielo, desde donde quieras que estés.

Texto de Anabella Messina | @animessina

Comentarios