Juan Ignacio Vega realizó una vez más un pedido especial a los Reyes Magos: una pelota para él y un trabajo para su padre, Alfredo Vega, de 40 años, un técnico en computación que es hipoacúsico y no consigue trabajo.
Hace un año, el menor había realizado el mismo pedido Papá Noel y había emocionado a todos en las redes sociales. Pero el empleo para su papá nunca llegó y debieron sobrevivir un año más con la pensión por discapacidad.
"En San Juan no hay inclusión. La tercera será la vencida", señaló Alfredo, que pese a todo no pierde la fe de conseguir un trabajo.
"A los 2 años tuve varicela y ahí me quedé sordo. Toda mi infancia aprendí a hablar bien y me encanta cantar", contó Alfredo al diario La Provincia SJ.
Además, Alfredo tiene una lesión en su columna que le impide hacer trabajos pesados.
"Solo puedo hacer tareas administrativas, tengo mis conocimientos en PC y muchas experiencias de trabajo en computadoras", añadió el técnico cuyos hijos, Juan Ignacio y Lautaro, viven con él hace siete años.
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