Howard Fisher vivió más de 20 años en el sur de Florida y, días cercanos a su cumpleaños, le comentó a su hija, Sandra Fisher Van Nostrand, que se arrepentía de no haberse bañado nunca en el mar. "Sandra, ¿no es irónico? He vivido aquí 20 años y nunca fui al mar... ahora creo que me gustaría pero no puedo".
Su hija, que reside en Alabama, se movilizó el mes pasado hasta la casa de su padre para llevarlo a la Isla Anna María y cumplirle el sueño.
Sandra Fisher metió al mar a su padre con un flotador y luego subió en su perfil de Facebook las fotos y los comentarios de Howard sobre la emocionante actividad vivida entre ambos.
Luego de esta experiencia inolvidable, el abuelo cerró su día cenando junto a sus familiares.
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