Portada  |  03 agosto 2017

Ante el llanto de un bebé en el avión, se ofreció a llevarlo a upa: "El vuelo entero debería estar avergonzado"

Mientras los restantes pasajeros criticaban a la madre, una mujer decidió darle una mano. "Sean considerados, ayuden, les prometo que no los matará", pidió a otras personas en situaciones similares.

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Kesha Bernard es una fotógrafa de Seattle y explicó en Facebook la indignación que sintió durante un vuelo reciente ante el llanto de un bebé, situación que solucionó de una manera no tan usual por estos días.

Su enojo no se debió al "ruido molesto" por el que suelen quejarse varios pasajeros, sino a la falta de colaboración de la gente. Su relato se volvió viral y fue compartido más de 100.000 veces en menos de cinco días.

"Aquí estoy de vacaciones lejos de mis hijos -a quienes amo hasta la muerte, pero a veces necesito un descanso de los niños pequeños-, y estoy volando con un bebé en mi regazo. ¿Por qué? Porque soy un ser humano decente".

De esa manera comenzó a contar lo ocurrido Kesha, que tiene un hijo de 3 años y otro de 4. Según explicó, mientras el avión se preparaba para despegar, un bebé comenzó a llorar y "todos a mi alrededor comenzaron a resoplar y murmurar".

Entonces, Kesha notó que el llanto provenía de unos asientos ocupados por una mujer con un bebé y otros dos chicos, y que en realidad dos de ellos lloraban.

Una señora se quejó a la madre porque una de las hijas estaba dando patadas al asiento y además agarró la pierna de la niña. Un señor mayor comentó que "obviamente su disciplina no funciona".

Mientras otra mujer se tapaba los oídos con las manos y le ponía "las caras más horribles a la madre", los asistentes de vuelo ni se inmutaban, afirmó Bernard.

Ante esa situación, Kesha fue hasta el lugar donde estaba la madre. "Le pregunté si necesitaba ayuda -al parecer eso es muy difícil de hacer- y me dio a su bebé", señalò la fotógrafa, quien voló con el menor en su regazo, tal como mostró en la imagen que compartió.

En cuanto despegaron, los tres niños dejaron de llorar y el bebé que ella llevaba se quedó dormido. "Un milagro", escribió con sarcasmo.

"Sean amables y considerados. Si alguien necesita ayuda, por el amor de Dios, ayuden. Quejarse y murmurar no sirve para nada, excepto para que la persona que necesita una mano se sienta peor", pidió.

Y luego expresó su verdadera indignación: "El vuelo entero debería estar avergonzado. ¿Me están diciendo que en un avión lleno yo era la única que quería ayudar? No entiendo cómo podemos ignorar a un ser humano que la está pasando mal".

"Ayudense unos a otros. Lo hace todo más fácil. Les prometo que no los matará", insistió Kesha.

Como era de esperar, su posteo recibió gran cantidad de comentarios, sobre todo de mujeres que atravesaron experiencias similares o de madres que manifestaron su temor ante próximo viajes.

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