Hilda Horovitz, la expareja de Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta, contó los motivos que la llevaron a presentarse ante el juez Claudio Bonadio para denunciar los cuadernos de las coimas, en una causa en la que aparecen involucrados exfuncionarios, exjueces y empresarios acusados de integrar el circuito ilegal de recaudación.
La mujer contó que conoció a Centeno en el 2006 y con el tiempo se enteró que era chofer de Baratta. Al hablar de su relación, aseguró que era un hombre muy agresivo, que le pegaba y la insultaba. Horovitz sostuvo que no se animó a denunciarlo por miedo y que un día, cuando Centeno se había ido a Salta, vio que estaban los cuadernos en un ropero de la casa donde vivían. “Vi fechas y horas, pero nunca leí lo que decían”, apuntó.
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En línea con ello, aseguró que no se presentó ante la Justicia por despecho. “Fue por acumulación de bronca, de sentirme que nunca me quiso”, dijo. Asimismo, reveló: “Figuro como dueña de una remisería y no era verdad. Tenía miedo de que vengan por mí”. También afirmó que al final de su relación con Centeno sospechó que “había algo raro con su trabajo” y finalmente pidió “que se haga Justicia”.
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