Una maestra de educación especial de Estados Unidos cumplió con una promesa muy particular que había hecho: al morir, le dejó un millón de dólares como herencia a los alumnos de la escuela en la que trabajaba.
Emanuele Triggiano, superindendente, contó que hace 10 años Genevieve Via Cava del distrito Dumont, en Nueva Jersey, había advertido lo que iba a hacer, pero todos se reían: "Pensé que era una broma, pero luego nos llegó el papeleo", explicó.
La docente ahorró durante toda su vida, hasta que murió en 2011. Aunque nadie lo sabía, llegó a tener una pequeña fortuna.
"Era muy bondadosa, a pesar de que en ocasiones mostraba un exterior más duro, pero era muy compasiva en el fondo de su corazón", dijo su amigo Richard Jablonski.
El dinero donado a los estudiantes se repartirá de la siguiente manera: al empezar el ciclo escolar 2019-20, cualquier alumno de educación especial que quiera continuar su formación en una universidad u otra institución terciaria, podrá ser acreedor de una beca de 25 mil dólares.
La herencia permanecerá en un fondo que generará intereses, por lo que los estudiantes podrán recibir becas por años, según detalló el administrador Kevin Cartotto en el New York Times.
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