Portada  |  14 noviembre 2017

Preocupación en México por la desaparición de un "paraíso" acuático

El terremoto del pasado 7 de septiembre fisuró las rocas de las "Cascadas de Agua Azul" y se agudizó el descenso del agua. Aseguran que es posible recuperar el lugar.

Internacionales

Tras el devastador sismo del pasado 7 de septiembre en México, la destrucción llegó hasta un pequeño paraíso acuático, conocido como las “Cascadas de Agua Azul”, ubicado en el estado sureño de Chiapas. Se trataba de una especie de pileta natural que atraía a una gran cantidad de turistas.

Lo describían como uno de los lugares “más espectaculares e inolvidables de México” por el azul añil del agua, el verde de la vegetación y el sonido acuático.

Sin embargo, el viernes pasado, los pobladores del centro turístico Cascadas de Agua Azul y operadores turísticos se quedaron impactados cuando observaron la reducción dramática de la corriente del río y luego su desaparición.

Autoridades provinciales y federales realizaron un sobrevuelo aéreo y un recorrido terrestre para indagar las causas de este asombroso fenómeno. Los indígenas choles que habitan el edén, en el municipio de Tumbalá, se declararon alarmados porque su forma de vida se extinguió, lo mismo que operadores turísticos que incluyen este lugar en su ruta rumbo a la Zona Arqueológica de Palenque y la región de la Selva Lacandona.

El fenómeno desató versiones de que comunidades indígenas habían desviado el cauce del río o que un río subterráneo estaría succionando el agua por el suelo cavernoso que existe en la zona.

Fue a raíz del terremoto, con epicentro en Chiapas, cuando comenzó la reducción del flujo de agua en la zona que cada año recibe a unos 200.000 turistas, tal como consigna la agencia de noticias ANSA.

Ante este problema, autoridades locales y federales anunciaron que en 20 días presentarán un "proyecto integral" para solucionar el problema.

"Es posible recuperar el sitio, sólo necesitamos mucha voluntad, recursos y una estrategia de mediano y largo plazos", dijo Adrián Méndez, delegado de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas en el estado.

Gabriel Limón, funcionario de la Comisión Nacional del Agua, aseguró que el terremoto "colapsó las oquedades superficiales de la formación rocosa que mantenía el cauce" pero dijo que la degradación en esa zona empezó desde hace varios años por la deforestación, aunque afirmó que "es posible recuperarla".

El río Agua Azul atraviesa los municipios de Tumbalá, Chilón y Salto de Agua, en una zona natural protegida que se extiende por 2.589 hectáreas.

Fotos: EFE y DPA.



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