Después de ocho años de lucha, Aurelia Brouwers ha fallecido dignamente después de una vida con graves problemas psiquiátricos. Para esta mujer su día a día era un infierno, estaba dominada por la confusión, los temores y las alucinaciones.
"Me estoy preparando para mi viaje. Muchas gracias por todo. Ya no estaré disponible a partir de ahora", este fue su último mensaje en Facebook antes de morir.
Para esta mujer de Deventer, en Holanda, su día a día era un infierno, tenía pesadillas durante las pocas horas que dormía. Y, cuando estaba despierta, le faltaba energía y dominada por la confusión, los temores y las alucinaciones.
Los problemas empeoraron cuando Aurelia entró en una psicosis y comenzó a autolesionarse. "Mis padres vivían continuamente con miedo de que me hiciera algo. Ahí es donde la ayuda profesional realmente falló", cuenta en una entrevista recogida a Deventer Post.
"Hubo muchos medicamentos experimentados, pero mi calidad vida no mejoró", reconocía. Finalmente le recetaron unas pastillas llamadas inhibidores de la MAO, con los que a los pocos días comenzó a sentirse bien pero era un medicamento dañino para su corazón.
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