Este jueves, la Corte Suprema de Brasil determinó por 6 votos a 5 que las penas de prisión no pueden empezar a ejecutarse antes de agotar todos los recursos legales, una decisión que debería conducir a la liberación del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Desde abril de 2018 cumple una pena de 8 años y 10 meses por corrupción, en aplicación de la jurisprudencia que determinaba que las penas deben empezar a cumplirse tras ser confirmadas solamente por un tribunal de segunda instancia.
Se desconoce por ahora cómo y cuándo se hará efectiva la excarcelación de Lula, pero la defensa intentará conseguir la liberación inmediata.
El cambio de jurisprudencia debe llevar a las cortes a examinar la situación de 4.895 personas, entre ellas Lula. No todas podrían ser liberadas, porque los casos de mayor peligrosidad tendrían dictada prisión preventiva.
"Una vez que conversemos con Lula este viernes, llevaremos al juez de ejecución de penas un pedido para su liberación inmediata, con base al resultado de ese juicio del Supremo Tribunal Federal (STF)", informó el bufé Teixeira Martins en un comunicado.
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