Portada  |  18 enero 2019

La vida de los Aghoris: la secta caníbal que no usa ropa y fuma marihuana

A diferencia de algunas órdenes hindúes bien conocidas, los Aghoris no está muy bien organizados. La mayoría de las veces viven aislados y no confían fácilmente en los forasteros.

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Deambulan desnudos, comen carne humana, usan cráneos como cuencos y fuman marihuana. También meditan, comen, duermen y disfrutan del sexo en medio de cadáveres en llamas en los campos de cremación de la India. Salen de su existencia aislada solo cuando tiene lugar la festividad india del baño llamada Kumbh Mela.

Estos "santos hombres" hindúes que viven al margen de la sociedad india se conocen popularmente como Aghoris. En sánscrito, esa palabra significa 'no aterrador', que no da miedo, pero los relatos de sus mórbidos rituales evocan curiosidad, disgusto y temor entre muchos.

"El principio subyacente de su práctica es trascender las leyes de la pureza para alcanzar la iluminación espiritual y ser uno con Dios", explica James Mallinson, quien enseña estudios sánscritos e indios clásicos en la Escuela de Estudios Africanos y Orientales de Londres.

Mallinson, educado en Oxford y Eton, también es un mahant o gurú ordenado, con un culto ascético diferente. Su grupo es más dominante y cumple con las leyes de pureza, lo que significa que las prácticas Aghori están prohibidas.

"El enfoque de Aghori es asumir los tabúes obvios y romperlos. Rechazan las nociones normales de bueno y malo", explica. "Su camino hacia el progreso espiritual involucra prácticas locas y peligrosas, como comer carne humana e incluso sus propias heces. Pero creen que al hacer estas cosas que otros evitan, alcanzan un mayor estado de conciencia", añade.

Las tradiciones que se practican hoy parecen ser de origen reciente: la palabra Aghori comenzó a ganar fuerza solo durante el siglo XVIII. Pero han asimilado una serie de prácticas de los temidos ascetas Kapalikas (literalmente "portadores de cráneos"), que se han documentado desde el siglo VII.

A diferencia de algunas órdenes hindúes bien conocidas, los Aghoris no está muy bien organizados. La mayoría de las veces viven aislados y no confían fácilmente en los forasteros.

"Uno puede encontrar una gran variedad en términos de logros intelectuales. Pocos de ellos son realmente agudos, pero un Aghori fue incluso un asesor del rey de Nepal", comenta Mallinson.

Manoj Thakkar, autor del libro "Aghori: A Biographical Novel" (Los Aghori: una novela biográfica), argumenta que son un grupo profundamente incomprendido. "Son personas muy simples que viven con la naturaleza. No piden nada", considera. "Ven todo como una manifestación de un ser supremo. No rechazan ni odian a nadie ni a nada. Por eso no hacen una distinción entre la carne de un animal sacrificado y la carne humana. Comen lo que hay", señala.

Tanto Mallinson como Thakkar creen que hay muy pocas personas que realmente practican el sistema de creencias Aghori. Argumentan que muchos de ellos que se presentan en los festivales de baño ritual son miembros autodenominados de la secta, pero sin ninguna iniciación adecuada. Algunos, señalan, actúan como Aghoris para entretener a los turistas y peregrinos, y ganar propinas.

Fuente: BBC Mundo

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