Portada  |  11 abril 2019

La desgarradora carta del chico de 16 años que se quitó la vida tras sufrir bullying en la escuela

“Me di cuenta de que no tenía fuerzas para seguir en esta vida, así que después de meditar me di cuenta de que había una sola salida para mí, una que pensé que nunca tomaría…, el suicidio”, agrega.

Internacionales

“Hola, mi nombre es Andrés y si estás leyendo esto es porque me suicidé”. Así parte la desgarradora carta de un joven de 16 años que se quitó la vida debido al constante acoso que sufría por parte de un compañero en el instituto Ciudad de Jaén de Orcasitas en España.

El 26 de marzo fue el último día que fue a clases y el 1 de abril tomó la drástica decisión: se lanzó desde un sexto piso.

“Cuando vine a Madrid sabía que sería duro, todo empezó bien hasta febrero de 2019 cuando todo cayó en picada. Apareció mi estrés por los exámenes, todos mis amigos estaban lejos y no podía hablar con mi novia porque su padre me odia y me lo prohibió, pero por encima de eso tenía que aguantar 6 horas en las que poco a poco empezaba a tener más miedo y así fue mi último mes de vida”, apunta el joven en el texto.

El adolescente dice que “estaba solo en esta batalla” y le pregunta a su acosador: “¿En serio creíste que tus palabras no me hacían daño, que tus bromas alguna vez me gustaron, que tomaras mis cosas y no me las devolvieras me hacía gracia?”.

“Todo el rato fui un chico que no molesté a nadie, ni siquiera a ti, entonces por qué siempre te acercabas para tratar que la vida fuera un infierno”, se puede leer en la carta.

“Qué hice para merecer esto”, se pregunta Andrés, que asegura que aguantó todo, pero que se dio cuenta "que no podía más y viendo mis opciones no sabía que sería peor".

Indica que hubo un momento en que no visualizaba un futuro, sino “sólo un agujero negro, me sentía perdido y de hecho, ese día lo decidí. Merecía vivir una mejor vida. Sólo tengo 16 años, no quiero imaginar lo que vendrá”.

“Me di cuenta de que no tenía fuerzas para seguir en esta vida, así que después de meditar me di cuenta de que había una sola salida para mí, una que pensé que nunca tomaría…, el suicidio”, agrega.

“Madre y padre los quiero mucho y perdónenme por el dolor que les provocaré, adiós familia, amigos…, los extrañaré, pero tengo que hacerlo, ya no quiero vivir más. Ahora haré lo más doloroso en mi vida para alcanzar mi último objetivo: descansar en paz”.

La carta termina con una petición. “No se olviden de devolver los libros de la biblioteca, se me olvidó hacerlo. Ahora sí, adiós familia, amigos y sobre todo adiós a ti boba”.

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