Cuando un bebé es colocado dentro, se dispara una alarma silenciosa que alerta a los servicios de emergencia y permiten que el niño sea recogido en menos de cinco minutos. El “buzón” funciona como una incubadora ya que está dotado de reguladores de temperaturas y sensores.
Desde la organización Safe Haven Baby Boxes aseguran que se trata de un “último recurso” y sostienen que “el objetivo de los buzones es combatir el infanticidio que ocurre cuando las madres, frecuentemente jóvenes e inseguras, dan a la luz completamente solas y no son capaces de hacer frente a la situación”.
Sin embargo, no hay consenso de que se trate de una buena idea. Sólo tres estados han aprobado la legislación para que los buzones sean instalados, e Indiana es el que cuenta con el mayor número. En Ohio hay dos, mientras se espera que se instale otro en Pensilvania pronto. En Nueva Jersey están a la espera de que se apruebe la ley que está en discusión actualmente, según un artículo publicado por la BBC.
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