El papa Francisco reapareció este domingo en público para el rezo del Ángelus en la Plaza San Pedro y anunció que debido a su resfrío no participará del retiro de Cuaresma.
El pontífice tuvo que interrumpir en dos ocasiones el tradicional rezo dominical debido a las tos. Su voz y respiración también se notaron algo afectadas.
"Desgraciadamente, un resfriado me obliga a no participar este año. Seguiré desde aquí las meditaciones. Me uno espiritualmente a la Curia y a todas las personas que están viviendo momentos de rezo, haciendo ejercicios espirituales en casa", explicó Francisco desde la ventana del palacio apostólico.
El líder católico tuvo que suspender audiencias oficiales y compromisos desde el 26 de febrero, día en el que se lo vio por última vez tosiendo y sonándose la nariz.
Allegados al papa Francisco en el Vaticano informaron que no hay ninguna prueba que los lleve a diagnosticar nada más que una leve indisposición, que su salud es muy buena y que se encuentra reponiéndose de su resfrío.
En los últimos días se encendieron las alarmas en torno al pontífice debido a que su ausencia coincide con el brote por coronavirus en Italia.
El retiro de Cauresma al que el Papa no asistirá se celebra todos los años en Ariccia, un municipio a 30 kilómetros de Roma.
Durante su estadía de seis días debía oficiar una misa diaria y participar en los llamados ejercicios espirituales, dirigidos por un predicador jesuita, junto a miembros de la Curia romana.
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