La violación múltiple y asesinato de una nena de ocho años en Cachemira, India, despertó una ola de protestas para pedir Justicia y una respuesta de parte del Gobierno para proteger a las menores.
Miles de personas de personas salieron a las calles tras conocer la detención de un ex funcionario y cuatro agentes de Policía, entre ellos el subinspector encargado del caso, por encubrir el secuestro, violación en grupo y el posterior asesinato de la nena, para acusar falsamente a la población musulmana del delito.
Ashifa Bano, de ocho años, desapareció en enero de este año y fue encontrada muerta. Los datos de la investigación revelan que la pequeña habría sido drogada y brutalmente violada en un templo hindú por un grupo de hombres, que la asesinaron después de días de torturas.
Según las investigaciones, el motivo del crimen era expulsar a la comunidad musulmana Bakarwal, a la que pertenecía la menor, del distrito de Kathua. Aunque casi el 70 por ciento de la población del estado de Jammu y Cachemira es musulmana, la región en la que se produjeron los hechos, Jammu, es predominantemente hindú.
We have failed Ashifa as humans. But she will not be denied justice.#PunishTheSavages #RapeAndMurderOfHumanity #Kathua #JusticeForAshifa #GenerallySaying pic.twitter.com/yQPUU0JDW4
— Vijay Kumar Singh (@Gen_VKSingh) 12 de abril de 2018
"El secuestro, violación y asesinato de la nena era parte de una estrategia cuidadosamente planificada para eliminar a la comunidad musulmana nómada (Bakerwal) de la zona", dice la denuncia presentada el pasado lunes por la Policía contra ocho personas. Entre los ocho arrestados, alguno de los cuales ya confesó según la policía, se encuentran el guardián del templo y dos oficiales de policía quienes, al parecer, habrían aceptado una suma importante de dinero para encubrir a los criminales.
Cuatro de los detenidos, miembros de las fuerzas de seguridad, destruyeron pruebas para proteger a los acusados, según la Policía. En medio de esta situación, el Tribunal Supremo de la India anunció que actuará de oficio en el caso.
El primer ministro indio, Narendra Modi, prometió justicia después de que la oposición le exigiera respuestas tras la violación y muerte de una nena, y el abuso de otra de joven 16. "Quiero asegurar al país que ningún criminal será perdonado, se hará completa justicia. Nuestras hijas obtendrán justicia", dijo en un acto público en medio de una creciente indignación en la India.
Asimismo, la ministra india de Desarrollo del Niño y la Mujer, Maneka Gandhi, aseguró a los medios que están "considerando una enmienda a la ley que sentencie a muerte a los violadores de menores de doce años", según declaraciones recogidas por la agencia local ANI.
DETALLES DEL HORROR
Entre los acusados están al ex funcionario Sanji Ram, antiguo recaudador de impuestos, a quien señalan como la persona que preparó el asesinato de la pequeña. Junto al exfuncionario y su sobrino fueron detenidos el subinspector e investigador del caso, Anand Dutta, y otros tres agentes de Policía, según la abogada de la familia, Deepika Singh Rajawat.
Uno de los agentes, identificado como Tilak Raj, pasó a disposición policial bajo la sospecha de que llegó incluso a lavar la ropa de la niña antes de entregársela a los forenses, para eliminar pruebas. Los otros dos agentes fueron identificados como Deepak Khajuria y Surinder Verma. Khajuria fue arrestado bajo la sospecha de que fue él quien obtuvo las drogas para sedar a la pequeña. Además, fueron sido detenidas otras dos personas, una de ellas un menor de edad, como supuestos responsables directos de los delitos.
Con información de EFE.
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