Portada  |  10 abril 2019

"Yo y mi ego estamos presos": otra confesión con Mauro Szeta

Por su sangre fría lo apodaron “Ze Pequeño”, como el delincuente de la película Ciudad de Dios. Robó, secuestró y mató. Dice que al salir de la cárcel quiere probarse como cantante.

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Rodrigo Garay Ledesma “Ze Pequeño" (20 años), condenado a 4 años y medio por robo agravado. Está detenido hace un año y un mes.

Creció en el nudo 10 de Fuerte Apache, uno de los más peligrosos del barrio Ejército de los Andes. Tiene dos hermanos, él es el del medio. Su madre los crio sola siendo una adolescente, luego de que su padre abandonó a la familia; ella trabajaba como empleada doméstica. Rodrigo hizo el primario completo y comenzó el secundario pero no lo terminó, él siempre fue el rebelde. “A mí me daba bronca porque veía que el preferido era mi hermano mayor”, se justifica. Siempre fue un tipo solitario, aprendió a estar solo.

Empezó a robar a los 14 años, luego de que su madre lo echara de la casa. Él se fue a vivir a la casa de un amigo del mismo barrio, era una familia de delincuentes. Una noche escuchó a los adultos que iban a ir a robar y él pidió acompañarlos. Ese día fueron a robar una fábrica en la modalidad escruche, “me dieron 600 pesos y para mí era un montón de plata; vi que era fácil y ahí comenzó el descontrol”, cuenta. “Yo prefería robar solo porque no me gustaba repartir el botín, en esa época también me empecé a drogar. Iba cambiando de modalidad delictiva, porque si sos inteligente tenés que hacerlo; no podés hacer siempre lo mismo”, asegura.

En 2015 cayó detenido por robo y enfrentamiento con la policía, fue a un instituto de menores. Allí se transformó en el cabecilla del pabellón. “En el instituto había pibes que eran gatos y otros que me hacían masajes. Me acuerdo que un día vimos por la tele el caso de un pibe que había degollado a la hermana gendarme, cuando nos enteramos que iba a venir a nuestro pabellón se nos afilaron los dientes, se la íbamos a hacer pasar mal porque los chorros no matamos”, recuerda.

La primera vez que secuestró tenía 15 años, “aprendí a hacerlo solo, a mí me gustaba ser el protagonista, yo apretaba, yo hablaba por teléfono y yo cobraba; aunque en la banda eramos 4”, dice. El objetivo de sus secuestros eran jefes o gerentes de empresas en las que había trabajado y les tenía bronca. Llegó a cobrar de rescate 20mil dólares. “Los mismos que yo secuestraba intentaron secuestrarme a mí, no pudieron porque había mucha gente, pero eran pibes que no les importaba nada”, dice.

“A mí en Fuerte Apache me venían a buscar para robar, yo era un pibe que iba al frente, soy seguro”. Por su sangre fría lo apodaron “Ze Pequeño”, como el delincuente protagonista de la película brasilera Ciudad de Dios.

Tras una discusión con su novia agarró una 9mm y decidió ir a matar a otro ladrón del barrio con el que había tenido problemas, le dio 5 tiros y los de la banda lo empezaron a perseguir. Terminó chocando contra un auto. “Yo trataba de levantarme y no me funcionaban las piernas, me salvó la vida que la gente empezó a acercarse sino me mataban. Tirado en el suelo, los vi pasar con el auto y mirarme, siguieron de largo”. Después del accidente salía a robar en muletas, “me tomaba un ibuprofeno, agarraba un fierro y salía; yo usaba máscaras para robar, tenía una de Freddy, una de un esqueleto y un pasa montañas; también tenía pistolas automáticas.”

El día que cayó detenido también había discutido con su novia, estaba con muletas, salió a la calle y decidió ir a robar. “Vi que había uno regalado y lo apreté para entrarlo a la casa, el tipo me vio con muletas y se me tiró encima. Le vacié el cargador pero no le acerté un solo tiro, lo quise ejecutar pero no pude. Intenté escapar pero me agarraron y cuando caí en la comisaría estaba el tipo”. No hubiese sido la primera vez que ejecutara a una persona, a los 16 años mató de un tiro en el pecho a una persona durante un robo, no fue condenado por ese hecho.

Rodrigo en prisión trabaja y estudia, está en un pabellón de trabajadores. Dice que ya no quiere volver a robar, cuando salga quiere probar suerte como cantante de Trap.

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