Juan Ignacio Santana tiene 23 años y su historia en el mundo de la delincuencia empezó muy temprano, cuando tenía 14 años, y decidió salir a robar un supermercado. “Estaba con chicos más grandes que yo y les dije que quería ir a robar, que me llevaran. Quería tener plata, mis cosas”, recuerda ahora desde la Unidad 36 de Magdalena, donde se encuentra detenido desde el 28 de febrero de 2014 por robo agravado por uso de arma.
Entre la delincuencia también se mezclaron las drogas. Todo empezó con marihuana. “La adrenalina te sube y vas a robar y más querés y ya lo tomás como un juego”, dice. Después cuenta que los robos a los restaurantes no los planificaban. “Salía a robar casi todos los días, no paraba”.
La primera vez que se compró un arma fue a los 14 años. “Me compré un 22 a 400 pesos”, recuerda. Pero además de robar restaurantes, también fue motochorro y ladrón de autos. Una vez que se despertó enojado, decidió salir a robar y fue hasta un Rapipago: allí hizo tirar a todos los clientes en el suelo y dice que les robó a todos. Logró escapar y a las cuadras empezó la persecución.
Cuando se le pregunta si alguna vez lastimó a alguien recuerda a un fiscal que se resistió en una entradera y le metió dos tiros en la panza. Tiene una hija, está detenido y dice estar arrepentido por lo que hizo. Quiere salir de la cárcel y trabajar para rearmar su vida.
“Yo robaba restaurantes” … Una nueva confesión en primera persona pic.twitter.com/IrPT164TTK
— Telefe Noticias (@telefenoticias) 6 de julio de 2018
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