Portada  |  06 diciembre 2018

"Nosotras camioneras"

Duermen más en la ruta que en sus casas y viajan miles de kilómetros. Informe de Gisela Busaniche.

Informes Especiales

Texto de Pablo Kuperszmit

En medio del avance de la lucha de las mujeres por políticas de igualdad de género, Telefe Noticias se introdujo en un mundo donde ellas son una pequeñísima minoría, pero, poco a poco, se empiezan a abrir paso: el mundo de los camioneros.

Según datos oficiales de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, en el país hay registrados 300.691 camioneros, de los cuales apenas 447 son mujeres, es decir el 1,5%.

Una de ellas es Aymi, que tiene 24 años y todos los días arranca su jornada a las 6 de la tarde, cuando recorre más de diez quintas de las afueras de La Plata para cargar verduras que después transporta hasta el Mercado Central de San Martín.

A Aymi no hay nada que la haga bajarse del camión. Ni el embarazo de riesgo que cursa ni mucho menos las agresiones machistas que cada tanto sufre, como cuando un colectivero se estacionó al lado de ella en un semáforo y le insinuó que su lugar era estar lavando los platos.

Es que la misoginia impera en buena parte de la sociedad, y más aún en un ambiente monopolizado prácticamente por hombres.

Adriana, quien tiene 53 años y desde los 25 maneja camiones, puede dar fe de eso. Hace unos años no la dejaron entrar a una empresa automotriz. “Me dijeron que tenía que entrar un hombre manejando un camión. Y no me quedó otra que bajarme y que lo entrara un hombre”, recuerda.

A Andrea, de 36 años, le sucedió lo mismo, pero su actitud fue distinta. Cuando llegó a una empresa metalúrgica de La Plata le dijeron que ella no podría ingresar manejando. “Armé tal escándalo que al final me dejaron entrar con mi camión”, cuenta.

Sus dos hermanas, Fabiana y Claudia, también son camioneras. Es una pasión que heredaron de su padre, como en casi todas las mujeres que se animan a incursionar en este terreno con ciertas hostilidades.

Y, por lo que cuentan, el camión se vuelve parte de sus vidas. “Yo si no fuera por mi familia, mi casa sería el camión”, dice Fabiana, quien vive en Mercedes junto a su marido carpintero y sus dos hijos. “A mí cuanto más largos sean los viajes más me gusta. Me encanta estar en la ruta”, agrega.

Silvia, de 54 años, viajó toda su vida en camión junto con su marido. Se turnaban para manejar y así recorrieron buena parte del país. Hasta que hace unos años su marido falleció y, lejos de bajarse del camión, ella sigue firme detrás del volante transportando piedras desde Olavarría hasta distintos lugares de la Capital y el Gran Buenos Aires. “Mi camión es mi vida”, asegura y se le llenan los ojos de lágrimas.

Tal vez sin saberlo, ellas también, a su manera, son parte de la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos. Son pocas, pero unidas y solidarias. Tienen un grupo de WhatsApp y una página en Facebook –Simplemente camioneras –para compartir experiencias y ayudarse mutuamente. Así la pelean día a día. Subidas a un camión y pasándoles por arriba a todos los prejuicios.

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