Portada  |  10 septiembre 2018

"Los superadultos"

Tienen un coeficiente intelectual superior a la media y cuentan su experiencia de vida. Informe de Damián Carreras.

Informes Especiales

Parecen normales pero tienen un coeficiente intelectual muy superior al resto, son el 2% de la población. Ser hiperinteligentes los llevó a padecer la infancia y tener problemas con las relaciones sociales, algunos de ellos fueron diagnosticados con déficit de atención y medicados.

Son miembros de MENSA, una organización internacional que reúne a personas que vulgarmente se las conoce como “superdotadas”, para ingresar necesitan tener 148 o más en el test de ingreso; tienen prohibido develar su puntaje para evitar competencia entre los miembros. Aseguran que es una condición hereditaria. Todos tienen algo en común: les apasionan varias cosas a la vez y en la mayoría de los casos escapan de los trabajos monótonos.

Cintia Allega tiene 44 años y es licenciada en Comercio Exterior. Tiene posgradros y especilizaciones en la materia y además un posgrado en Salud. Da clases en la facultad de Distribución Física Internacional, donde distribuye entre sus alumnos su propio material de estudio.

Habla cuatro idiomas (inglés, portugués, chino y castellano). Es obsesiva y reconoce de inmediato cuando alguien cambia algún objeto de lugar. Terminó la primaria con un promedio de 9.98 y durante el secundario comenzó a cuestionar a los maestros y eso le valió una serie de notas bajas que atentaron contra su promedio.

Asegura que jamás estudió, lo que escuchaba en la casa la bastaba para aprender. Asegura que cada dos años se aburre y tiene que cambiar. De chica fue abandonada y adoptada por una familia que inmediatamente advirtió que tenía condiciones especiales, ella está casada y tiene un hijo que tiene alto coeficiente intelectual. Es miembro de MENSA.

Héctor Roldan tiene 56 años. Es empresario y payaso de hospital, estudió teatro, música, ingeniería, agronomía, pero nunca terminó nada. “Es que me aburro al poco tiempo y tengo que cambiar”, dice. Además de ser miembro de Mensa formó Creaidea, que asiste a chicos superdotados desde la infancia.

En su niñez la pasó muy feo: sufrió bullying, fue segregado por sus compañeros por su manera de pensar y medicado por déficit de atención. Para ser aceptado por los grupos trataba de disimular su condición. Era tan baja su autoestima que comenzó a hacer terapia y fue la psicóloga quien le abrió nuevos horizontes.

“A mí me gustaban muchas cosas, de chico tenía tanto interés por la música como por la ingeniería, los padres quieren que elijas una cosa que seas normal. No supo que era superdotado hasta los 40 años, cuando hizo un test de inteligencia por Internet. Eso lo motivó a hacer el test de Mensa y lo pasó. Está casado y tiene dos hijos, uno es miembro de Mensa y el otro no quiso hacer el test, pero Héctor cree que también es superdotado.

Ignacio Peralta tiene 27 años. Es ingeniero electrónico y trabaja realizando perforaciones petrolíferas en el Sur. Además está haciendo un emprendimiento con impresoras 3D junto a otro miembro de Mensa. Se dio cuenta que era superdotado por un capítulo de Los Simpsons y ese mismo día también descubrió Mensa.

Toca la guitarra, ama el Heavy Metal, lector voraz de Sherlock Holmes, además pasa sus ratos libres jugando Calabozos y Dragones. Aprendió a leer y escribir solo, en el secundario lo etiquetaban como nerd. Muchas veces para ser aceptado bajaba su rendimiento a propósito o evitaba enunciar respuestas distintas al resto: “Mido mucho cuando tengo que debatir, muchas veces me guardo cosas”. Sus mejores amigos son miembros de Mensa y dice que le cuesta mucho conseguir pareja. Para él todo tiene una razón, si todavía la desconoce trata de encontrarla. 

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