Creían haberlo visto todo como sepultureros. Pero este año marcó para ellos una nueva frontera en el dolor de perder un ser querido.
El fin de la vida sin despedida o con una ínfima presencia de familiares fue algo que no habían imaginado.
Y como trabajadores esenciales corren a diario el riesgo de contagios.
Se los mencionó pocas veces, son los sepultureros.
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