Una complicidad de toda una vida que se vislumbra con tan solo una mirada, un gesto. Entenderse sin decir palabras. Cambios de vestimenta, de corbatas, de peinados, todo suma a la hora de caminar juntos.
Flor y Juli se divirtieron yendo una al colegio de la la otra.
Carlos y Horacio hicieron de las suyas en su pueblo natal y continuaron en la carrera universitaria que comparten.
Gonza y Marcos todavia se ríen cuando en la calle alguien los confunde con el otro.
Fredy y Santi saltan juntos en la escuela de acrobacia donde son profes.
Luis y Hector hacen música y cada uno tiene muy bien diferenciadas las actividades de uno y de otro.
Sandra y Claudia sintieron hasta el momento del parto de la otra.
Augusto y Fabricio se dividen las tareas, uno le prepara el desayuno al otro y juntos entrenan y trabajan.
Pablo y Nico se diferencian por su personalidad, según ellos uno habla mucho y el otro es muy desordenado.
Ezequiel y Agustín se dieron cuenta que habían cruzado una frontera con el pasaporte del otro, por suerte nadie lo notó .
Juan Cruz y Fabrizio desde chicos actúan para distintas publicidades, ellos disfrutan de esos privilegios.
Diego y Pablo tienen una historia como ellos llaman de "elástico", se juntan y se separan, pero se necesitan y se extrañan.
Con todas las similitudes y las diferencias los gemelos disfrutan de algo que pocos pueden, la posibilidad de tener un par, un compañero de vida desde que nacen.
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