Portada  |  30 abril 2019

¿Callejón sin salida?: buscar trabajo después de salir de la cárcel

Dos historias que muestran lo difícil que es reinsertarse en la sociedad tras purgar condena en prisión. Informe con Nacho Girón.

Informes Especiales

Gerardo y Diego cumplieron su pena en la cárcel por diversos delitos cometidos. El primero estuvo más de 7 años, el segundo más de 10. Hoy, según cuentan, son personas diferentes, arrepentidas de su pasado, que buscan empleo sin pausa. Quieren un trabajo para tener dinero limpio y dormir con la conciencia tranquila, un trabajo para mantener sus hogares, un trabajo para reinsertarse en la sociedad, para entender que hay otras opciones mejores que el delito, para completar su proceso hacia la libertad.

Pero buscar trabajo no es nada fácil con un antecedente penal. Para ellos, este antecedente representa una mochila insostenible, un tatuaje imborrable. En cada negocio o empresa a la que se acercan les preguntan si estuvieron presos anteriormente, les piden papeles de antecedentes penales o, directamente- tras averiguar por sus propios medios- no los vuelven a llamar.

Y así pasan los días, los meses y la frustración crece y la dignidad cae aún más. Diego, por ejemplo, afirma que quiere aprovechar sus ganas de trabajar. No quiere desalentarse por completo y percibir al robo como su única opción económica. Por otro lado, la mujer de Gerardo teme por el bienestar de su familia, dada las grandes necesidades y la falta de ingresos del hombre de la casa.

A pesar de su situación, tanto Diego como Gerardo entienden que la sociedad puede tener miedo a quien pasó por la cárcel y directamente los rechace, pero surge una pregunta esencial. ¿Cuál es, entonces, la respuesta social que debemos dar ante personas que cumplen su pena? La frustración genera reincidencia, entonces ¿somos conscientes de que cerrar las puertas por completo impacta contra nuestra seguridad?

A lo mencionado se le suma la falla del estado. No hay ninguna política pública especialmente creada para reinserción laboral, que conecte ex convictos con empleos. Tampoco se cumple la ley 14301, referida a cupos laborales para ex convictos en instituciones públicas. Al parecer, no se tiene en cuenta que la población que sale en libertad es población en riesgo. La reincidencia y la continuidad del delito son muy probables en ex convictos, por ende, el cuidado, acompañamiento y seguimiento son fundamentales.

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