Portada  |  30 enero 2019

Anna, la hija de Andrea del Boca, habló de los maltratos de su padre

“Me cansé de vivir rodeada de psicólogos y jueces. No puedo precisar la cantidad de veces que tuve que hablar con los psicólogos. Yo era muy chiquita y pensaba que si tenía que ir tantas veces era porque no estaba bien mentalmente“.

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La hija de Andrea del Boca, Anna Chiara Biasotti, cumplió 18 años y rompió el silencio para contar su historia de vida. Hasta ese momento tenía prohibida por la causa judicial que mantenía su padre, a quien llama “progenitor masculino” y a quien asegura no ve desde que tenía nueve años.

La joven actriz obtuvo su primera portada en una revista y su cara aparece en el frente de Caras, donde asegura logró renacer “del rechazo, el bullying y el dolor“. “Confiesa que sufrió bullying y que se cansó de lidiar con los jueces y psicólogos. Hoy se siente libre y asegura que logró sanar sus heridas gracias al amor de su familia materna”, sostiene la publicación donde Anna Chiara hace referencia a la situación judicial que enfrenta su madre por el dinero recibido durante el gobierno kirchnerista. “Es una mierda“, lanza la adolescente, quien afirma que no soporta que la gente hable mal de su madre y sostiene que “la televisión miente”.

Sobre su infancia, Anna Chiara recuerda: “Me cansé de vivir rodeada de psicólogos y jueces. No puedo precisar la cantidad de veces que tuve que hablar con los psicólogos. Yo era muy chiquita y pensaba que si tenía que ir tantas veces era porque no estaba bien mentalmente“.

“En estos años sentí que estaba en una cajita, gritando y que nadie me escuchaba“, indicó la joven, que trabajó por primera vez en televisión junto a su madre Andrea del Boca y recuerda de mal modo a su padre Ricardo: “Hay distintos tipos de abuso, está el físico, el verbal, el sexual o psicológico. Cuando estaba con él no me sentía respetada, no me sentía en mi casa, no me sentía querida. Recuerdo que una vez le escribí una carta a la jueza contándole que estando en una cena familiar él me miraba con asco…Yo no entendía por qué. Entonces el me miró y me dijo: ‘Tenés olor a culo, no te quiero al lado mío’. Llegué a casa destrozada. A los nueve años ya no quise verlo más“.

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