Javier Madanes Quintanilla, presidente de la metalúrgica Aluar y del fabricante de neumáticos Fate, habló con Telefe Noticias en una entrevista en vivo con Virginia Porcella.
El empresario resaltó la necesidad de un equilibrio entre lo público y lo privado en la gestión de la crisis por la pandemia de coronavirus, y destacó la importancia de liderazgos fuertes, evitando caer en autoritarismos.
GRANDES FORTUNAS Y ASISTENCIALISMO
Consultado sobre el avance del proyecto de un impuesto a las grandes fortunas, Madanes Quintanilla insistió con la necesidad de no obrar "con un espíritu de recriminación o revancha".
"Yo creo que la prioridad viene dada por asegurar en esta transición que no quede desamparada la gente que está bajo su nómina", señaló en referencia al empresariado del sector productivo y habló de que entramos en un "modo de supervivencia", que definió como "asegurar un ingreso que permita llevar adelante la transición".
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La segunda prioridad y responsabilidad del empresariado, dijo, "va a estar dada por hacer llegar a las compañías el capital que permita retomar un nivel de actividad como fue en el pasado".
En este sentido, reflexionó: "Cuando omitimos esto, y tratamos simplemente de tomar una parte del capital que hoy esa persona tiene, vamos a estarle retaceando estos recursos y se corre un gran riesgo de estar haciendo una destrucción efectiva del capital y no una redistribución de la renta presente o futura".
Y recalcó: "No quiero decir que el Estado no tenga que equilibrar sus cuentas o, por lo menos, controlar los deficits que tiene. Pero tenemos que ser muy cuidadosos. Doy un ejemplo bastante simplista: con la vaca podemos hacer dos cosas, o nos la comemos de una vez, o tratamos de ordeñarla un poco cada día. Y ese es el equilibrio que la gestión de gobierno va a tener que tener".
Así, Madanes Quintanilla advirtió que "lo peor que podría hacer" el sector privado, es dejar "al Estado el peso de un volumen de gente que va a tener que necesariamente ser asistida".
"En nuestra experiencia ya con que el Estado se haga cargo de una gran parte de la nómina salarial de los argentinos ha sido muy poco feliz. Así que tratemos de defender el equilibrio entre el sector público y el sector privado", dijo.
LA ECONOMÍA POST-CUARENTENA
"Yo creo que vamos a tener mundos distintos", describió el presidente de Aluar. "Una cosa va a tener que ver con sociedades que tienen el acceso a una moneda y el acceso a crédito. Y otra cosa va a ocurrir con sociedades, lamentablemente como la nuestra, que no tienen ni moneda ni crédito".
"A este tipo de sociedades, el proceso de recuperación les va a ser mucho más difícil, el proceso va a ser mucho más lento y las heridas van a tardar en sanar mucho más tiempo", advirtió.
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Además, indicó que aún es temprano para evaluar cuánto tardará la economía de Argentina en volver a crecer. "Todavía falta pasar este proceso en el hemisferio norte. No lo demos por superado. Ni Europa ni Estados Unidos tienen ya resuelto este tema, todavía falta", dijo.
Y agregó: "Recién cuando esto lo tengamos finalizado, vamos a poder analizarlo en el terreno del hemisferio sur. Y una vez finalizado todo esto, vamos a poder hacer algunos pronósticos".
"Nadie hubiera pensado lo que ocurrió en el día de ayer con el petróleo. Yo creo que de este tipo de sorpresas nos vamos a llevar muchas. Así que pronosticar en estas condiciones lo veo te diría casi soberbio. Tenemos que ser humildes y tener paciencia", expresó.
LIDERAZGOS Y AUTORITARISMOS EN LA CRISIS
¿Cómo debería ser la dirigencia política que conduzca en la salida de la crisis? Al empresario metalúrgico le "gustaría ver algo diferente".
"No por las personas, sino por las actitudes. Tenemos que de una vez por todas dejarnos de buscar culpables, y buscar soluciones, porque la búsqueda de culpables a esta altura no nos va a servir para poder sobreponernos a esta crisis", explicó.
Y Madanes Quintanilla resaltó: "El liderazgo tiene que manifestarse mediante una fuerte autoridad pero sin autoritarismo. Y en eso tenemos que ser muy cuidadosos porque estas épocas de crisis nos abren mucho la tentación a aplaudir los autoritarismos y ese te diría es uno de los peores fracasos que la Argentina podría cometer".
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