Portada  |  09 septiembre 2019

Luis Scola, en su quinto Mundial: "Esto no es una gira de despedida"

"No voy a la cancha y pienso, ¡oh Dios! soy más viejo que esos chicos, tienen cinco, diez o quince años menos que yo. Para mí es algo natural", sostuvo Scola, el capitán de la selección argentina de básquet que busca el título tras 69 años.

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Capitán de la Albiceleste y único sobreviviente de la Generación Dorada, la que ganó el legendario oro olímpico en Atenas 2004, Luis Scola lidera a la invicta Selección argentina en un Mundial de básquetbol en el que a sus 39 años dobla en edad a algunos de sus rivales.

Argentina busca en China sorprender a Estados Unidos, Serbia, España y las otras potencias para levantar un título que se le resiste desde la edición inaugural, en 1950, en la que fue el anfitrión.

El domingo Scola fue nombrado jugador del partido en el triunfo 91-65 de Argentina sobre Polonia, lo que permitió a la selección sudamericana acceder a cuartos como primera de la llave, con el regalo envenenado de jugarse el pase a semifinales el martes contra Serbia.

Scola aportó 21 puntos. Repitió premio tras ya haber sido elegido el mejor contra Nigeria, cuando alcanzó los 23, añadiendo 10 rebotes.

"¿De qué edad está usted hablando, tengo 28, de acuerdo?", bromeó después de que su equipo ganara de 20 puntos a Venezuela, en el arranque de la segunda fase.
Hablando inglés con un marcado acento estadounidnese, tras una década en la NBA -2007-2017-, Scola añadió: "Entiendo que todo el mundo hable sobre mi edad, pero mi cerebro no funciona de sea manera".

"No voy a la cancha y pienso, ¡oh Dios! soy más viejo que esos chicos, tienen cinco, diez o quince años menos que yo. Para mí es algo natural", continuó.

"Solo pienso, soy un jugador, soy un buen jugador y voy a intentar hacerlo bien y ayudar a mi equipo a ganar", subrayó.

La vista puesta en Tokio-2020

El pívot argentino jugó las dos últimas temporadas, desde su adiós a la NBA, en el básquetbol chino.

En la edición 2019 juega su quinto Mundial consecutivo. En el triunfo ante Corea del Sur de la primera fase entró en el libro de los récords al alcanzar los 611 puntos en la competición, convirtiéndose en el segundo mejor anotador histórico por detrás de otra leyenda, el brasileño Oscar Schmidt, autor de 906.

"Por supuesto que tiene importancia porque habla de haber estado en este nivel mundial durante muchos años, pero son cosas que se valoran después. Ahora quedan tres o cuatro partidos para lograr cosas más importantes", dijo entonces el último miembro de la generación dorada argentina.

A Scola le tocó este domingo compartir pista con el jugador más joven del Mundial, el polaco de 18 años Aleksander Olek Balcerowski.

En China-2019 Scola es el referente de un grupo albiceleste que busca la clasificación para los Juegos de Tokio 2020, una presencia que condicionará su continuidad, como reconoció el propio jugador antes del torneo.

Cuando se le pregunta cómo se siente al ser el abuelo de un equipo cuya media de edad es de 27 años, responde: "Esto no es una gira de despedida, es un Mundial e intentamos alcanzar las medallas, no hacemos matemáticas con las edades".

Plata en el Mundial de Indianápolis 2002, Scola se reencontrará el martes con varios de sus antiguos colegas de la NBA, miembros de un poderoso equipo serbio. En caso de victoria, estará muy cerca de volver a colgarse una medalla. (AFP)

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