Un joven de 24 años que le pidió pensión alimenticia a sus padres terminó de brazos cruzados luego de que la Justicia determinara que sus progenitores no tienen que hacerse cargo de sus gastos.
Según indica El País, los padres se separaron cuando el joven era menor de edad y “convivió con ambos progenitores”. Luego de cumplir 18, no trabajaba ni estudiaba e incluso parte del dinero que había recibido por una beca se lo gastó en un tatuaje.
Debido a la “presión” del papá y la mamá para que hiciera algo, decidió independizarse, claro que se fue a vivir a la casa de sus abuelos paternos.
Ahora, con 24 años, demandó a sus padres por pensión alimenticia porque había empezado a estudiar de nuevo, a pesar de no haber tenido “ninguna relación” con ellos desde que dejó la casa del padre.
La Audiencia Provincial de Barcelona le negó la demanda y le exigió, que como adulto, asuma “las responsabilidades de sus decisiones” y apuntó que no puede pretender que sus parientes cercanos sostengan las “ilusiones o expectativas” de quien ya es mayor de edad.
El joven quería que le financiaran el día a día mientras estudiaba, pero la Justicia le dejó bien en claro que como “es él quien lleva las riendas de su vida”, tiene que “compatibilizar” el estudio con el trabajo para pagarse sus cuentas.
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