Un obituario publicado en el diario español La Vanguardia generó gran asombro y también indignación por los duros términos que usaron los familiares para despedir a un hombre de 77 años:
"Hijo de Pilar y Emilio. Deja este mundo sin haber aportado nada de interés. Creyente en un Dios que espero que exista. Sus primos y demás familia lo comunican a sus amigos y conocidos, y les ruegan un recuerdo en sus oraciones".
Además, el aviso fúnebre fue publicado en catalán, con un ligero matiz: "Ha muerto sin haber modificado demasiado en mundo que le rodeaba".
A raíz de la repercusión del escrito, un periodista de la cadena radial RAC1 asistió al funeral y habló con los familiares del difunto. Allí la explicaron que no se trató de una venganza o encono con el fallecido.
"La esquela forma parte de un testamento vital que dejó y lo descubrimos después de su muerte. La frase es literal y por lo demás pidió que en la publicación figurase lo habitual", explicaron en el velatorio.
Los familiares además aseguraron que "era un hombre con una cultura muy elevada y también muy modesto, hizo muchas cosas, pero la esquela cuadra con su forma de ser".
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