Rachel Carrie es una madre y cazadora de animales británica que comparte con orgullo sus presas en Instagram. A pesar de haber sido vegetariana durante años, lo abandonó una vez que decidió tomar su escopeta y cazar ella misma los animales que consume su familia.
Carrie asegura estar en contra del maltrato animal y de la industria de la carne, sin embargo recibe diariamente críticas de animalistas que no apoyan su posición.
"No puedo y no voy a apoyar la crueldad. Estoy tan feliz de poder cazar y llevar a casa carne propia, sé que no todos pueden cazar, pero todos podemos tomar decisiones mejores y más éticas respecto a la comida y nuestras elecciones como consumidores", afirma Carrie en una de sus publicaciones.
La cazadora asegura que este año ha cazado más de 125 palomas, 40 patos, 80 pavos y cuatro ciervos. Después de fotografiarse junto a ellos, los cocina en su casa para sus hijos.
La caza deportiva y el "trophy hunting", la práctica donde los animales son cazados indiscriminadamente para fotografiarse con ellos o venderlos, son objeto de críticas en todo el mundo, dada la crueldad que implica la actividad.
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