Portada  |  12 junio 2018

Foto conmovedora: la despedida de un nene a su hermana antes de morir por un tumor cerebral

El tumor que padecía Addy era un Glioma pontino intrínseco difuso (GPID). Esto es una forma muy agresiva de cáncer que se presenta en niños de entre cinco y nueve años. Ella fue una de las pacientes más jóvenes, ya que la diagnosticaron a la temprana edad de dos años.

Curiosidades

En Arkansas, Estados Unidos, un padre compartió una foto de su hijo consolando a su hermana de cuatro años momentos antes de que ésta falleciera a causa del cáncer. La pequeña fue diagnosticada con un tumor cerebral inoperable en noviembre de 2016 después de que sus padres notaran que tenía dificultades para caminar.

El tumor que padecía Addy era un Glioma pontino intrínseco difuso (GPID). Esto es una forma muy agresiva de cáncer que se presenta en niños de entre cinco y nueve años. Ella fue una de las pacientes más jóvenes, ya que la diagnosticaron a la temprana edad de dos años.

El GPID se encuentra en la base del cerebro y la parte superior de la columna vertebral y afecta al corazón, la respiración, la deglución, la vista, el sueño, la presión arterial y el equilibrio. Entre los primeros síntomas se encuentra dificultad para caminar, movimientos extraños de las extremidades y problemas de equilibrio.

Fueron estos primeros síntomas los que alertaron a sus padres, Matt y Chandra, que algo no estaba bien con su hija en 2016. Al principio les pareció que caminaba de forma “divertida”, pero luego acudieron al médico, que les dio la terrible noticia.

“Una de sus piernas se balanceaba de forma extraña, por lo que pensaron que podría tratarse de un problema ortopédico. Cuando los médicos descubrieron el GPID les dijeron que disfrutaran el tiempo con ella, porque se iba a morir. Tras las 33 sesiones de radioterapia, los doctores nos dijeron que el tumor volvería y que cuando lo hiciera no habría nada que pudiéramos hacer al respecto”, explica Ann Sooter, la abuela de Addy, a Daily Mail.

Y eso fue lo que sucedió. Tras la radioterapia, el tumor volvió con más fuerza pero sus padres nunca perdieron la esperanza de salvar a Addy.
En la foto que se ha vuelto viral, aparece Jackson, el hermano mayor de seis años de Addy, acariciándole la cabeza y dándole la mano a la niña mientras ésta yace en una cama de hospital.

Por desgracia, Addy empeoraba y le costaba cada vez más caminar, por lo que le realizaron una resonancia magnética. “Los resultados no fueron buenos. Descubrimos que la parte original del tumor había muerto, lo que hubiera sido prometedor, pero ahora hay nuevas partes del tumor que crecen agresivamente alrededor del original”, explica Ann.

Viajaron a México para someterla a un tratamiento de quimioterapia experimental en el que gastaron casi 170.000 euros (200.000 dólares) y que estaba basado en drenar el líquido del cerebro antes de recibir la quimioterapia a través de dos catéteres. Pero el cáncer continuó propagándose, por lo que volvieron a Arkansas.

El pasado dos de junio, su padre contó en Facebook que la niña no podía tragar, ni comer nada. Al día siguiente falleció. Sus padres animan a realizar donaciones a la Fundación Michael Mosier Defeat GPID, al Hospital Infantil de Arkansas o a las Casas de Caridad de Ronald McDonald también de Arkansas.

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