Aunque resulte soprendente, cada vez que alguien abraza a su perro, lo está estresando y haciéndo que se sienta muy triste.
La psicóloga Stanley Coren explicó al portal Psychology Today que cuando abrazamos a nuestros perros, elevamos su nivel de estrés y ansiedad.
Y la razón por la cual sucede ésto es porque los perros se sienten atrapados y no pueden escaparse ante el peligro. En momentos en los que se sienten amenazados, antes de recurrir a sus dientes, recurren a su capacidad para correr y así alejarse de lo que les provoca miedo. Por lo que incrementas su nivel de estrés al atraparlo.
Para poder darnos cuenta de que no están felices y están sintiéndose amenazados basta con observar si ladea la cabeza para un costado mientras lo estamos abrazando, si enseña sus dientes o si pega sus orejas a la cabeza.
Coren miró detenidamente 250 fotos de perros siendo abrazados por sus dueños, de manera aleatoria. Los perros mostraban al menos un signo de angustia.
Y la peor parte, el 81,6% de las fotos mostraban en los perros al menos un signo de estrés o ansiedad. Lo que significa que a la mayoría de los perros no les gusta ser abrazados.
Por lo tanto, si realmente aprecian a sus perros, la mejor manera es dándoles espacio y no abrazos. A pesar de que esa práctica nos genere una alegría inmensa.
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