Portada  |  09 junio 2018

Decapitó una serpiente, pero lo ataco igual y casi muere por el veneno

Milo trabajaba en el jardín de su casa en compañía de su mujer, el pasado domingo 27 de mayo cuando encontraron una serpiente cascabel de poco más de un metro de largo, aunque el incidente se dio a conocer el 6 de junio a través de los medios locales y las redes sociales.

Curiosidades

La serpiente cascabel diamantina del oeste (Crotalus atrox) es una de las especies mejor adaptadas a los ambientes áridos de Norteamérica. Destaca sobretodo por su habilidad en la caza y por la potencia de su veneno, capaz matar en pocos minutos a animales de gran tamaño.

Milo Sutcliffe, vecino de Corpus Christi (Texas, Estados Unidos), ha tenido la dramática experiencia de conocer la peligrosidad de esta variedad de víbora en su propio cuerpo. El encuentro es especialmente sorprendente porque es uno de los primeros casos conocidos en Estados Unidos en el que una persona está a punto de morir por la mordedura de una serpiente previamente decapitada (el animal estaba muerto pero su veneno seguía siendo peligroso).

Milo trabajaba en el jardín de su casa en compañía de su mujer, el pasado domingo 27 de mayo cuando encontraron una serpiente cascabel de poco más de un metro de largo, aunque el incidente se dio a conocer el 6 de junio a través de los medios locales y las redes sociales.

El hombre decidió matar a la serpiente y sin demasiados problemas seccionó la cabeza del animal con una pala a unos diez centímetros del hocico. La víbora estaba entonces decapitada y Milo procedió a retirar sus restos del jardín, aunque sin tomar precauciones como el uso de guantes reforzados.

Los servicios de emergencias llevaron a Milo al hospital en estado grave, con una importante afectación de la mano, perdida momentánea de la vista, convulsiones y hemorragias.

Durante la última semana, Milo ha recibido 26 dosis de antídoto para el veneno de este tipo de serpientes y ahora se recupera favorablemente.

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