Portada  |  25 agosto 2020

Se descontroló el incendio en las islas del Paraná y una lluvia de cenizas inundó Rosario

Grupos ambientalistas volvieron a cortar el puente como modo de protesta. El fuego tiene en jaque todo el delta del Paraná.

Clima, naturaleza y medio ambiente

Rosario y su región sufrieron ayer otra vez una jornada de furia signada por los efectos de los incendios en las islas. El fuego, el humo y las cenizas se transformaron en un auténtico tormento para los habitantes de la ciudad. Desde todos los barrios, incluso los más alejados a la costa, reclamaron a través de las redes sociales por esta molesta irrupción de un aire irrespirable. Ese escenario de bronca, quejas y palpable contaminación, enmarcó la manifestación de protesta, con corte total de tránsito, que se realizó por la tarde sobre la traza del puente Rosario - Victoria.

   Las quemas en la zona del Delta del Paraná se convirtieron en un calvario colectivo diario. La enorme dimensión de esta problemática se pudo apreciar ayer en imágenes satelitales de Nasa Firms (información sobre incendios para el sistema de gestión de recursos), donde se reflejaba la gran cantidad de focos de fuego que se multiplican en el Paraná.

Nasa Firms es la delegación que distribuye los datos de incendios activos, casi en tiempo real, dentro de las tres horas posteriores a la observación satelital. Y desde todas las perspectivas de análisis y de abordaje para este desastre ambiental, coinciden en que se está extendiendo sin control una destrucción de los humedales, que cumplen un rol vital para la flora y fauna de la zona.

   El fuego, otra vez, forjó una jornada repleta de angustia y tensiones. Nuevamente, los incendios tiñeron de gris el cielo y afectaron los ritos cotidianos de los rosarinos. Incluso, los agentes de Gendarmería tuvieron que efectuar cortes de tránsito vehicular para prevenir accidentes.

En este marco, la Multisectorial de Humedales, organizaciones, sindicatos, referentes políticos, centros de estudiantes y vecinos cansados de sufrir este tremendo deterioro ambiental, por la tarde llevaron adelante una asamblea y una masiva manifestación de reclamos, sobre el ingreso al puente Rosario-Victoria. Esa determinación desembocó en otro corte vehicular de la traza vial que se extendió hasta la noche y que provocó un caos en el tránsito sobre esa conexión.

   Protestaron por las quemas sistemáticas, que se están produciendo desde hace varios meses, en la zona de las islas entrerrianas. En ese acto, decidieron instar a todos los niveles de gobierno a que tomen las riendas de esta tragedia natural, y que asuman la responsabilidad de apagar estos incendios interminables que ocasionan daños irreversibles.

   Entre expresiones de bronca e indignación, en ese encuentro pidieron una solución definitiva para este desastre natural de magnitud, y volvieron a exigir por la ley de Humedales.

Ayer el humo estuvo acompañado por una lluvia de cenizas que cubrió Rosario y las localidades cercanas. En esta ocasión, los incendios derivaron en estas muestras que se extendieron por toda la zona urbana de Rosario y dejó huellas tangibles en balcones, patios y lugares abiertos.

   El viento norte actuó como partícipe necesario, y el fenómeno fue viralizado con la complicidad de las redes sociales.

   El fuego ayer volvió a mostrar su demencial poder de destrucción. Quemas, columnas de humo y cenizas reflejaron que los focos de fuego en la zona de islas frente a Rosario continúan, y parecen reavivarse cada vez más.

   Los aviones hidrantes, los brigadistas, los ambientalistas y los vecinos de las islas poco pueden hacer ante el tamaño de los incendios. Es un combate desigual, que queda cada vez más expuesto. Y en esta angustiante situación, el Estado permanece indiferente, o con nula capacidad de reacción.

   Así, otra vez, lenguas gigantes de fuego llegaron al borde de la ruta a Victoria, y los isleños volvieron a atravesar otro día de alarmas e inquietud. Las columnas de humo se vieron desde este lado de la costa, muy altas en el cielo y trasladaron esos restos de las quemas a los barrios de la ciudad.

   “Estamos ante una situación extraordinaria. La zona centro del país sigue en riesgo permanente de incendios. No son sólo las islas. Hay en toda la provincia. El clima, la sequía y la bajante extraordinaria del río son una combinación tremenda que contribuye a que los incendios sean muy difíciles de contener”, remarcó Juan Manuel Burgoa, director de Protección Civil de la zona sur de Santa Fe.

Fuente: Diario La Capital de Rosario

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