Portada  |  07 octubre 2018

Zaira, la nena de Fuerte Apache que aprendió a bailar mirando videos de Youtube y llegó al Teatro Colón

Una historia de esfuerzo y perseverancia para cumplir un sueño.

Actualidad

Zaira Quiroz Camacho tiene ocho años y sueña con ser bailarina. Aprendió a bailar en su casa, en el piso siete de la torre K del barrio Ejército de los Andes, conocido como Fuerte Apache, mirando videos de Youtube y ahora, llegó al Teatro Colón.

A los 6 años, la nena empezó a mirar videos en la computadora de la familia. Zaira se pasaba horas copiando los pasos de Maya Plisétskaya, una bailarina rusa, que interpretó El lago de los cisnes.

“Hubo un momento en que uno de sus hermanos, Seth, me dijo `mami tenés que llevar a Zaira a que aprenda a bailar`. Hasta ese momento yo no lo había pensado, pero decidí hacerle caso. Busqué opciones, llegué a la Fundación Julio Bocca, tomó algunas clases y se formó en sus primeros pasos. Aprendió mucho, pero llegó un momento que quiso que le exigieran más", contó su mamá, Elizabeth, al diario La Nación.

Un día pasaron por el Colón, y Zaira le preguntó a su mamá por qué no la llevaba a bailar ahí. La mujer y su esposo estaban sin trabajo, pero hicieron un esfuerzo para anotarla.

Había 200 chicas, muchas con una preparación y un entrenamiento que Zaira no tenía.
"Era muy triste sentir que ella no estaba en igualdad de condiciones. Eso me ponía nerviosa, pero después entendí que de algún modo ella sola se preparó”, contó Elizabeth.

Zaira llegó hasta la selección final y fue elegida en un grupo de 15 chicas y 2 chicos. Ahora, estudia para ser bailarina en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

Si bien en el Teatro Colón la formación es gratuita, los gastos que implica todo lo necesario para el baile, como la malla, las medias, las puntas y la formación externa, es responsabilidad de las familias.

Pero después de ver la cara de Zaira cuando salió de la primera clase que hizo, Elizabeth pensó que todo el esfuerzo valía la pena: "No me voy a olvidar nunca de su cara. Estaba feliz de una manera que no había estado nunca, tuve la sensación de que Zaira había encontrado su lugar en el mundo. Cuando me abrazó, me dijo 'mami, yo de acá no me quiero ir más'. Y para mí, eso fue suficiente".

"Sé que le falta un enorme camino, sobre todo en la técnica. Son ocho años para terminar el ciclo y llegar a donde quiere llegar", contó la mamá. A fines del año pasado, Zaira fue elegida para bailar en El Cascanueces, una obra infantil. Ella, feliz, cada vez más cerca de su sueño de ser bailarina.

Foto: La Nación

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