La Unidad de Abusos Sexuales de ciudad de La Banda, Santiago del Estero solicitó la detención de una mujer de 42 años, a quien la imputaron como partícipe necesario en el abuso sexual que sufrió su hija de 11 años.
La menor le confesó a su tía materna que el amigo de su padrastro la había sometido sexualmente, cuando su madre fue a cortar leña al monte.
Con el avance de la investigación, la jueza realizó una serie de medidas, entre ellas la Cámara Gesell de la menor, quien angustiada confesó que su madre había sido quien pactó con el acusado -amigo de su padrastro- el abuso a cambio de tres mil pesos.
El cruel y pormenorizado relato causó conmoción a los funcionarios judiciales que participaban de la medida, ya que la pequeña expresó que su mamá recibió $3.000 de manos del acusado y los guardó en un placard.
Más tarde, la mujer fingió que iba a buscar leña al monte, dejando a la menor sola con el acusado, con la condición expresa de que regresaría cuando se haya consumado el abuso.
De inmediato la niña le contó a su mamá lo que había sucedido -claro que ella ya sabía de todo- pero la imputada comenzó a gritarle sosteniendo que era una ‘embustera’ y que ella no haría ninguna denuncia.
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