En el barrio Abasto, partido de La Plata, los vecinos están cansados de los robos y llegaron a medidas extremas para protegerse: en un polirrubro que fue robado, tienen que trabajar tras las rejas y hasta tuvieron que ponerle un chip antirrobo a su gato.
Tres delincuentes entraron a robar al comercio y tomaron de rehenes a los dueños y a un cliente. Se llevaron comida, productos de limpieza, 15 mil pesos en cigarrillos y plata de la caja.
“Este barrio es un desastre. De un año y medio para acá han disparado gente, golpeado, te roban el auto y después vienen y te roban otra vez con tu propio auto. No sabemos qué hacer”, contó la dueña del local, Andrea.
Y agregó: “No se peude vivir en este lugar si no vivir enrejado como estamos ahora. Estuvimos una semana sin trabajar después del robo y recién volvemos ahora y lamentablemente tenemos que trabajar atrás de las rejas”.
“No hay un solo vecino en el barrio que no haya sido asaltado”, lamentó la dueña del polirrubro, que ya había sido robado anteriormente.
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