Portada  |  27 julio 2018

Malvinas y la historia de una promesa a punto de ser cumplida

Cuando partió a la guerra, Luis le pidió a su esposa Cristina que si moría en combate, repratiara su cuerpo que pudiera descansart junto a su hijo que había fallecido cuando tenía apenas 3 años. Una promesa que está a punto de cumplirse.

Actualidad

El primer teniente Luis Darío José Castagnari dejó su casa del barrio de El Palomar para ir a la guerra el 1 de Abril de 1982. A las islas  Malvinas llegó en el primer Hércules C-130 luego del desembarco del 2 de abril.

Como integrante del GOE, comando de la Fuerza Aérea, le tocó asentarse en el aeropuerto de Puerto Argentino, lugar que se convirtió en blanco de la flota y de la aviación británicas durante la guerra. Murió el 29 de mayo en medio de un bombardeo desde el destructor HMS Glamorgan.

María Cristina siempre quiso que su marido descansara junto a los restos de su hijo en el cinerario de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Río Cuarto, donde ellos se casaron.

Luego de muchos trámites y reuniones, esa promesa que le hizo a Luis antes de partir está por cumplirse.

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