Lucas tiene 26 años. Está en la calle desde los 12. Su mamá vive en Oberá, provincia de Misiones, junto a su pareja, con quien Lucas tuvo una pelea que terminó mal y dejó atrás su hogar: por defender a su madre le disparó en la pierna, lo condenaron y hace 8 meses salió de prisión.
Para junto a un grupo de 35 personas en la Av. 9 de Julio y Perón, a metros del Obelisco, en la galería de un local de motos, donde los dejan permanecer hasta las 6, cuando levantan la persiana y todos se van a desayunar a un parador.
Hoy trató de dormir, pero no pudo. "A las 3 me levanté porque me estaba congelando", contó.
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"Tenía tres mantas y me robaron la mejor. Si te dormís, te roban y hasta te apuñalan", advirtió Lucas.
Busca trabajo porque quiere dejar la calle. Hace trabajos de pintura y mampostería. Si necesitás un pintor, ya sabés dónde encontrar a Lucas, el misionero.
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