"El taxi me dio la posibilidad de rehacer mi vida", cuenta Elena, de 34 años. Y explica: "No sólo porque el trabajo de taxista me da independencia económica si no porque también implica libertad para estar cada vez que mi hijos me necesitan. Y porque yo fui víctima de violencia de género, así que trabajar en un oficio que tradicionalmente fue de hombres me hace sentir más fuerte: empoderada".
12 febrero 2019
|
La mujer, víctima de violencia de género, que rehizo su vida manejando un taxi
La peor experiencia de Elena en el taxi que alquila fue un asalto.
Comentarios