Portada  |  15 enero 2020

La crisis económica afecta la salud mental tanto de adultos como de niños

Los más chicos de la familia no están ajenos a la situación de crisis que atraviesan sus familias: cada vez más niños reflejan en las escuelas problemas de atención. ¿Qué hacer? La opinión de un especialista.

Actualidad

Por Adriana Sandro*

Un informe reciente de la Universidad Católica Argentina (UCA) manifiesta un incremento de los problemas de salud mental en la población de la provincia de Buenos Aires que muestra más casos de personas con síntomas de ansiedad y depresión. Los indicadores describen que las personas más vulnerables son aquellas que padecen inestabilidad laboral por tener un trabajo precario o estar desempleadas.

"En el total de la población urbana, en el año 2018 se obtuvo un incremento de aproximadamente 4% en cuanto al padecimiento de malestar psicológico respecto del año anterior, pasando de 18,6% a 22,4%. De este resultado, si se compara la población según grupos de varones y mujeres, estas últimas presentan un mayor porcentaje en ambos años. Por otro lado, en los jóvenes (18 a 34 años) y los adultos (35 a 59 años) se ha observado un aumento de casi 6% en comparación con el año 2017", informó la UCA.

Tal como observó Haim G. Ginott, docente y psicólogo infantil, "los niños son como el cemento húmedo, todo lo que los toca deja una huella". Las consecuencias intrafamiliares de este fenómeno muestran que cada vez más niños reflejan en las escuelas problemas de atención debido a que absorben la situación de crisis que atraviesan sus familias.

¿Qué hacemos frente a este panorama? ¿Lo mantenemos como un tema tabú o lo conversamos naturalmente con los chicos?

Cada situación es particular y hay que hacer una lectura total de cada caso. Tiene mucho que ver la edad de los chicos, el nivel de impacto que tiene en la familia, la situación económica, la personalidad del individuo, si cuentan o no con alguna red social de contención y recursos afectivos. 

Es recomendable explicarles lo que está pasando sin exagerar en los detalles. Los chicos observan y se dan cuenta de los cambios, hay cosas que antes hacía la familia y ahora no: explicarles que quizás haya variaciones en la vida cotidiana, sobre todo cuando pueden entender cuestiones más complejas. No es necesario que participen en las charlas profundas y angustiantes, es mejor evitarlas sin invadirlos con problemas puntuales", aconseja el director del Departamento de Psicoterapia Cognitiva de INECO, el Dr. Fernando Torrente.

Esto favorece y reduce la posibilidad de que el estrés se traduzca en un trastorno de la salud mental.

"Es conveniente pensar cómo se les va a explicar, sobre todo para que puedan entenderlo. Una forma sincera de contenerlos es conversando sobre lo que está pasando, que entiendan que el problema está afuera y no con ellos”, agrega el especialista.

Aquí algunos signos y señales para prestar atención:

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Adriana Sandro es periodista en Telefe Noticias y Lic. en Psicología - MN 53315   

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