"Es un producto para proteger a la gente", cuenta Pablo, coordinador de la cooperativa formada hace dos años y en la que trabajan jóvenes rehabilitados en el Hogar de Cristo.
Para la fabricación emplearon normas de la Anmat y moldería cedida por empresas de diseño.
"En una semana ya entregamos 3.500 barbijos", destacó Pablo.
La cooperativa textil recibe donaciones de tela, hilo y elástico para continuar con la fabricación de barbijos.
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